NBAMANIACS.- Gregg Popovich se ha apresurado a decir que no es el momento, pero ello no evita que se hable, y mucho, del equipo que llevará Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. El fracaso en el Mundial, en el cual el cuadro estadounidense ha concluido en séptima posición –la peor de su historia– ha disparado la rumorología sobre quiénes estarán en la ciudad japonesa dentro de un año, y si en esta ocasión el Team USA contará con sus grandes estrellas de la NBA.
A ese respecto, Draymond Green dijo recientemente que quería estar en las olimpiadas y que hasta allí acudirían otras muchas estrellas. ¿Cierra esto la puerta a los que han disputado el Mundial? Kemba Walker espera que no.
El base de Boston Celtics se señaló durante la preparación para la cita mundialista como líder del equipo, algo que para algunos no ha terminado de refrendar con sus actuaciones en el país asiático. Con un promedio de 14,4 puntos, 5,4 asistencias y 3 rebotes, además de un 48,6% en tiros de campo y 38,5% en triples, realmente no se puede decir que Kemba haya jugado mal, pero el hecho de que el equipo no haya cumplido con las expectativas le penaliza. En cualquier caso, su intención es repetir experiencia el próximo verano.
“No se sabe qué ocurrirá. No depende de mí, pero me encantaría estar allí. Fue muy divertido formar parte de esto. Me encantaría repetirlo”, comenta según John Schuhmann de NBA.com sobre la posibilidad de jugar los Juegos Olímpicos.
Su determinación parece clara; cuestión diferente es que el próximo año pase el corte. Para los jugadores de la NBA los Juegos Olímpicos es un torneo que está bastante por encima de los mundiales en cuanto a su importancia; tanto es así que mientras que a los mundiales han llevado a veces selecciones más vulnerables (caso de 2019) a las olimpiadas suelen apuntarse casi todas las estrellas. Así, para 2020 es posible que bases como Stephen Curry, Damian Lillard o Russell Westbrook quieran acudir a la cita. Por supuesto que esto no descarta a Walker, que por algo es un tres veces All-Star, pero sí que limitaría sus posibilidades. Quizás la relación que haya podido construir con Gregg Popovich juegue a su favor.
