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La decadencia de Scottie Pippen y los trapos sucios del pasado

La decadencia de Scottie Pippen y los trapos sucios del pasado
viernes 02 julio, 2021 - 5:35 PM

Hablar de Scottie Pippen es hacerlo de uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto. Seis veces campeón de la NBA, siete veces all-star, miembro del mítico Dream Team de Barcelona 92, ganador de dos medallas de oro olímpicas, miembro del Salón de la Fama. El que fuera el escudero de lujo de un tal Michael Jordan tiene un currículo que habla por sí mismo, y sin embargo el Pippen ‘actual’ llama más la atención por sus malas decisiones y un don especial para sacar a relucir trapos sucios.

En su libro Unguarded (noviembre, 2021), Scottie Pippen se despacha a gusto, encargándose de remover el lodo (algunos dicen que de crearlo) y buscando algún que otro titular que le garantice una buena promoción gratis con la que vender muchos ejemplares. Después tener que enfrentarse a varias sentencias judiciales por fraude fiscal y teniendo en cuenta el desembolso que le supuso su divorcio a principios de 2021, seguro que no le vienen nada mal ganar un buen puñado de dólares.

Pese a que muchos ven resentimiento en sus palabras, Scottie Pippen no se ve a sí mismo como segunda espada de Michael Jordan en los Bulls del doble three-peat. De hecho se considera el líder de aquel equipo dinástico de Chicago. La sinopsis de su autobiografía avanza que “Pippen discute cómo era lidiar con Jordan en el día a día, mientras él ejercía de líder real dentro del vestuario de los Bulls”. Por si a alguien no le queda del todo claro, el propio Scottie admite que le dan escalofríos cada vez que escucha que era actor secundario. “En pocas palabras. Sin Pippen no habría banners de campeonato, y mucho menos seis, colgando del United Center. No existiría el documental The Last Dance. No habría un Michael Jordan como el que conocemos hoy en día. Los Bulls de los noventa no serían conocidos como ahora”, reafirma el coautor del libro Michael Arkush.

Un buen comienzo que no es nada teniendo en cuenta lo que viene después en las páginas de Unguarded, en confiesa que hubiera merecido un mejor trato por parte de los Bulls, la prensa y la propia NBA, y además asegura que todo lo que se contó en el documental The Last Dance no es en absoluto real. “No creo que The Last Dance fuera tan exacto en términos de definir realmente lo que se logró en una de las mejores épocas del baloncesto. También por dos de los mejores jugadores, pero uno podría dejar eso de lado y decir que era el mejor equipo de todos. Se trató más de Michael buscando enaltecerse y ser glorificado”.

Temas hasta cierto punto subjetivos, de un color u otro en función del cristal con el que se miren y más cercanos cuchicheo de escalera o el “profe, Miguelito Jordan está mintiendo”. Pero de ahí a entrar en un terreno más pantanoso y verter acusaciones graves como esas en las que tacha de racista al entrenador Phil Jackson, arquitecto de aquella plantilla para la historia, hay un trecho.

Preguntado en su día por Scottie Pippen, Phil Jackson se deshizo en elogios. “No es nada egoísta. Es el mejor jugador todoterreno de la historia de la NBA ahora mismo. Michael [Jordan] es impresionante, pero Scottie rebotea, pasa, defiende… Tiene el pack completo”, dijo durante una entrevista en la época dorada de los Bulls. En la actualidad, Pippen no devuelve en absoluto los piropos. Todo lo contrario. El exjugador aprovecha las páginas de su libro para recordar una acción de los Playoffs de 1994 ante los Knicks en la que Jackson prefirió darle el último balón del partido a Toni Kukoc y califica aquello como “una decisión basada en motivos raciales”.

En una entrevista reciente para GQ, Pippen tuvo que explicar esas palabras. Al ser preguntado si estaba llamando racista a Phil Jackson, Scottie respondió con un “no tengo ningún problema con eso”. Una frase que hizo insistir al entrevistador. “¿Crees que Phil era racista?”, dijo el periodista. “Oh, sí”, contestó el exjugador.

Esta acusación, además de ser un reclamo mediático importante, ha puesto a Pippen en el ojo del huracán y ha provocado reacciones en algunos pupilos de Phil Jackson. La más dura de todas ha sido la del argentino Andrés Nocioni, que publicó una foto de su hijo en brazos de Scottie y renegó de su predilección por el ex de los Bulls.

“Viendo las declaraciones de Scottie Pippen en las que acusa de racista a Phil Jackson percibo como que está algo resentido y deseoso de captar la atención”, escribió ‘El Chapu’ Nocioni. “Durante muchos años yo tuve en un altar a Pippen: era mi referente, un jugador excepcional. Hasta obligué a mi hijo a que se sacara una foto con él jajaja. Pero noto en este último tiempo que anda queriendo polemizar sobre el pasado, algo que resulta totalmente innecesario. Lo que pasó años atrás tiene que quedar ahí. Uno, como ex jugador, debe darse cuenta de que el lugar de privilegio que ocupaba, se va perdiendo. La popularidad se apaga. Resulta inevitable. Y es triste ver como algunos no pueden asimilarlo y empiezan a revolver cosas que ya no tienen relevancia”, continuó el argentino. “Hay que mirar para adelante, tratar de reinventarse sin volverse un resentido. Tal vez las críticas que le cayeron después de The Last Dance lo afectaron. Tal vez quedó dolido desde ese momento y empezó a declarar buscando la polémica. O tal vez sólo sea una movida de promoción de su libro. Pero hay frases que no se lleva el viento. Y que terminan empañando la imagen final. Yo adoré al 33 de los Bulls. Y no tanto a este señor ansioso por salir en los titulares”.

Lo peor para Pippen es que quizás Nocioni no sea el único que piensa así, pese a que Scottie gane un buen dinero en plena decadencia personal y mediática.

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