Hay momentos en el deporte que nos dan una verdadera lección para la vida fuera de las canchas. Y eso fue lo que pasó en la última jornada del ‘U.S Open’ de tenis que se está disputando durante estos días en Nueva York. Porque es en la derrota, pero sobre todo en la victoria cuando se descubre que además de ser un buen deportista ahí hay una buena persona. Y eso quedó claro con la tenista japonesa Naomi Osaka tras vencer con un rotundo 6-1 y 6-3 a Coco Gauff.
La japonesa derrotó a la joven de 16 años, y ante las lágrimas de esta se dirigió hacia ella para consolarla y mostrar el enorme respeto que tiene para con ella. Osaka dejó claro que es más importante la solidaridad ante la derrota que ser la protagonista del momento. Ella había ganado sin embargo, le cedió todos los focos del momento a Gauff.
“Naomi es alucinante, ha jugado increíble y he aprendido mucho de este partido. Ha sido muy dulce conmigo. Me pidió que hiciéramos la entrevista juntas, y dije que no porque iba a llorar”, dijo Gauff.
No fue la única en soltar una lágrima, pues Naomi hizo lo propio. La número uno del tenis mundial lloró cuando la entrevistaron comentando que ella se había sentido tantas veces como lo estaba haciendo en ese momento la que había sido su rival, y que pronto pasaría a ocupar su lugar.
Y es que el deporte es así, o debe ser así. Ojalá este tipo de gestos, de buen ambiente y de guardar las formas para animar a que el rival sea mejor. El público lo agradece… y lo valora.
