(Reuters). La bicampeona de torneos del Grand Slam Naomi Osaka está usando el confinamiento por el nuevo coronavirus como un periodo de autorreflexión para intentar superar su paralizante timidez.
La temporada tenística quedó suspendida a principios de marzo por la pandemia de COVID-19, y el paréntesis continuará al menos hasta mediados de julio, ya que muchos países siguen cerrados para contener el virus.
La tenista japonesa, que entrena en Estados Unidos, el país más afectado por el virus, con más de 1,4 millones de infecciones y más de 83.000 muertes, está aprovechando el tiempo para buscar en el interior de su alma.
“Creo que la gente me conoce como alguien muy tímida (…) quiero aprovechar el tiempo de cuarentena para pensar en todo y, en mí, ya que tengo muchos remordimientos cuando me voy a dormir”, dijo Osaka a CNN Sport.
“La mayoría de los remordimientos se debe a que no hablo sobre lo que estoy pensando. Siento que si me afirmara tendría la oportunidad de ver qué ocurre”, agregó.
Osaka, que se convirtió en la primera japonesa que consigue el número uno, tras ganar el Abierto de Australia en 2019, cree que el tenis no es la máxima prioridad ahora mismo.
“Quiero aprovechar este tiempo para aprender algo nuevo, porque estoy segura de no volveré a tener jamás tanto tiempo libre. No es que vaya a olvidarme de cómo se juega al tenis”, agregó la número 10 del mundo.
Pese a no tener acceso a gimnasios ni pistas de tenis, la tenista de 22 años encontró una compañera de entrenamiento en la exnúmero uno mundial Venus Williams, con la que realiza ejercicios en las redes sociales.
