En una reunión sin precedentes, una delegación de cinco jugadores de la NBA y varios funcionarios de la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto (NBPA) se encontraron en el Vaticano el lunes por la mañana para una audiencia privada con el Papa Francisco para discutir su trabajo en temas de justicia social.
Un asistente del Papa Francisco se acercó a la asociación de jugadores la semana pasada indicando que el Pontífice quería aprender más sobre cómo los jugadores habían llamado la atención recientemente sobre los problemas urgentes de justicia social y la desigualdad económica así como lo que planeaban para el futuro, dijeron los funcionarios sindicales a ESPN. El sindicato rápidamente acordó y programó un vuelo nocturno el domingo para realizar su reunión privada con el Papa, que comenzó a las 11:45 a.m. hora local del lunes por la mañana en el Vaticano. Con la apertura de los campos de entrenamiento programada para el 1 de diciembre, los jugadores y los dirigentes sindicales tenían que realizar el viaje lo antes posible.
La delegación incluyó a Kyle Korver y Sterling Brown; Jonathan Isaac del Orlando Magic; Anthony Tolliver, secretario-tesorero del sindicato; Marco Belinelli; y Michele Roberts, directora ejecutiva del sindicato de jugadores.
Se espera que el encuentro dure una hora en la biblioteca papal del Palacio Apostólico, tras lo cual los jugadores y dirigentes sindicales recorrerán la Plaza de San Pedro.
Los jugadores y el sindicato, en cooperación con la oficina de la liga de la NBA, utilizaron su escenario en el reinicio de la temporada 2020 de la NBA en Orlando para destacar la brutalidad policial, la injusticia racial y otros problemas. La mayoría de los jugadores seleccionaron varios mensajes relacionados con la justicia social, incluidos “Diga sus nombres”, “Igualdad” y “Suficiente”, para colocarlos encima de sus números en la parte posterior de sus camisetas. La liga y el sindicato acordaron pintar “Black Lives Matter” a lo largo de una línea lateral. Casi todos los jugadores y entrenadores se arrodillaron durante el himno nacional antes de los partidos.
Brown y Korver jugaron en ese momento para los Milwaukee Bucks, quienes decidieron no participar en un juego de postemporada contra el Orlando Magic luego del tiroteo policial de Jacob Blake, un hombre negro de 29 años, en Kenosha, Wisconsin. La huelga improvisada de los Bucks inspiró una ola de acciones en varios deportes.
Brown, quien estuvo de acuerdo con los Houston Rockets durante el fin de semana, y George Hill, ahora miembro del Oklahoma City Thunder, fueron los primeros miembros de los Bucks en decidir que no jugarían el juego. Brown es víctima de un caso de brutalidad policial de alto perfil. A principios de 2018, ocho policías de Milwaukee rodearon a Brown afuera de un Walgreens para investigar una posible infracción de estacionamiento. Uno obligó a Brown a tirarse al suelo. Otro usó un Taser en él. A principios de este mes, Brown resolvió una demanda de derechos civiles que presentó contra la ciudad de Milwaukee y su departamento de policía después de que los acusados acordaron un pago de $ 750,000.
Isaac, un ministro ordenado, fue uno de los únicos jugadores y entrenadores en permanecer de pie durante el himno nacional en el reinicio de la NBA en Orlando.
La reunión se mantuvo muy tranquila. Los jugadores planean discutirlo con los medios más tarde. Volverán a Estados Unidos el martes por la mañana.
