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Hank, el pelotero que luchó contra Ruth y lo amenazaron de muerte

Hank, el pelotero que luchó contra Ruth y lo amenazaron de muerte
martes 05 abril, 2022 - 2:38 AM

Cuando Henry Louis `Hank` Aaron estaba por empatar y posteriormente romper una marca histórica, allá por 1974, en Estados Unidos solo a través de la prensa escrita, la radio y la televisión se daban los pormenores de esta épica gesta, pues las redes sociales no existían ni en la mente más futurista de aquella época, pero dentro y fuera de los confines de la Unión Americana los aficionados al béisbol sabían que algo grande estaba por ocurrir.

Aaron, jardinero derecho de los Atlanta Braves, hombre de raza negra, nacido en el segregado estado de Alabama, en la ciudad de Mobile, cuna de la lucha de los derechos civiles de las personas afroamericanas para acabar con la segregación racial en escuelas y otros ámbitos en EEUU, toda su vida supo lo que era ‘vivir en cuenta de tres bolas y dos strikes’.

Mientras la conversación en los cafés, en los bares, restaurantes o centros de trabajo de aquella época debió haber sido en torno a la histórica hazaña de Aaron tratando de empatar y romper la marca de los 714 jonrones que conectó Babe Ruth —para muchos el mejor beisbolista de todos los tiempos— era imposible no hablar también de una historia paralela al mítico acontecimiento que se asomaba: el rampante y ominoso racismo del que Aaron era objeto.

Mientras escritores y expertos del beisbol, aficionados recalcitrantes y ocasionales hablaban de lo emocionante que era ver al outfielder de los Braves acercarse inevitablemente a la histórica marca de Ruth, que alguna vez se pensó era inquebrantable, el propio Aaron restó importancia al hecho, aunque desde el verano de 1973 hasta la primera semana de abril de 1974, cuando empató (el 4 de abril) y cuando rompió (8 de abril) la legendaria cifra de 714 vuelacercas, una oleada de cartas le fueron enviadas.

El equipo de Atlanta tuvo que contratar incluso una secretaria para ayudarle a Aaron con los montones de cartas que se apilaron en las oficinas del club para manifestarle apoyo y empujándolo a hacer historia. Pero también, desafortunadamente, hubo bastantes misivas llenas de odio, de racismo, sacando lo peor que un ser humano puede tener.

Durante la temporada de 1973 —a la edad de 39 años— la posibilidad de que Aaron rompiera el récord de Ruth era cada vez más latente. El 29 de septiembre de ese año, el jardinero derecho de los Braves pegó su jonrón 713, quedándose a uno de empatar al ‘Bambino’. De acuerdo con el libro Hank Aaron and the homerun that changed America (Hank Aaron y el jonrón que cambió a Estados Unidos), de Tom Stanton, la única preocupación de Aaron era no estar vivo para ver la temporada de 1974.

En virtud de lograr la hazaña, y a raíz de las veladas amenazas de muerte a Aaron e incluso a los editores y reporteros de los diarios de la ciudad como el Atlanta Journal, llamándolos ‘nigger lovers’ (expresión que puede traducirse como ‘amantes de los negros’), los Braves contrataron a un oficial de policía de Atlanta de nombre Calvin Wardlaw, quien se encargó de custodiar al pelotero dondequiera que este iba.

Las cosas eran tomadas tan en serio, debido al tono de las amenazas, que Lewis Grizzard, el entonces editor de deportes del Atlanta Journal, ya tenía un obituario escrito, en caso de que Aaron fuera asesinado.

Las preocupaciones estaban justificadas. En una de las cartas amenazaron con secuestrar a Gaile, su hija. En varias otras prometieron dispararle a Aaron en el juego en el que pudiera romper la marca. Las misivas que llegaban con este nivel de odio incluso fueron turnadas al FBI para que investigara y hallara a los posibles responsables.

Pero esa tensión se acabó la noche que pegó su jonrón 715, el 8 de abril de 1974 en el Fulton County Stadium de Atlanta en el partido ante Los Angeles Dodgers, cuando conectó un sólido batazo por encima de la cerca del jardín izquierdo —lugar que se convirtió en un monumento histórico que permanece en pie— que desató la locura del estadio mientras iba recorriendo las bases proclamándose como el nuevo rey del jonrón, desbancando a Ruth. Muchos aficionados se saltaron al terreno para unirse a los festejos.

Cuando Aaron llegó al plato para consumar la hazaña, su madre, Estella, declaró tiempo después, que la razón por la que le dio un gran abrazo a su hijo no fue por alegría por lo conseguido, sino para servirle de escudo por si algún francotirador deseaba cumplir su nefasta promesa.

Después de imponer la nueva marca, Aaron dijo ante un abarrotado estadio: “Le doy gracias a Dios que esto se acabó”.

La marca de Aaron quedó en 755 cuadrangulares, cuando se retiró al término de la temporada de 1976, jugando para los Milwaukee Brewers, un récord que permaneció vigente hasta 2007, cuando Barry Bonds (762) estableció el nuevo tope histórico para vuelacercas y proclamándose como el nuevo rey del jonrón.

Aaron sigue poseyendo la marca de todos los tiempos en carreras empujadas con 2,297, aunque a menudo solía decir que su estadística favorita, después de 23 temporadas en las Grandes Ligas, era que nunca se ponchó más de 97 ocasiones en una sola temporada.

En 1982 fue entronizado al Salón de la Fama del Beisbol; en 1999 fue nombrado al Equipo Ideal del Siglo XX; murió a la edad de 86 años, el 22 de enero de 2021, en Atlanta.

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