SANTIAGO.- El boxeo, el deporte dominicano, en sentido general, más bien, está de luto. Ha muerto Darío Hidalgo, uno de los más calificados boxeadores que ha producido el país en toda su historia, y para quienes tuvimos el privilegio de verlo en acción, el más fino estilista que ha dado esta disciplina en suelo doméstico.
Su deceso se produjo el pasado sábado por causas naturales, según informes, luego de un largo padecimiento. Contaba con 72 años de edad.
Oriundo del populoso sector del Ensanche Bermúdez -aunque vivió mucho tiempo en La Joya-, Hidalgo inició en el boxeo a muy temprana edad y desde sus inicios exhibió cualidades innatas para la práctica de este deporte.
En el gimnasio, bajo la sabia mirada y tutela del desaparecido maestro Rafael -Bodega-Aybar fue puliendo su extenso bagaje pugilístico hasta convertirse en todo un maestro del tinglado.
En efecto, dueño de un boxeo exquisito, un estilo artístico y elegante, velocidad meteórica de manos y piernas, una aguda inteligencia y valentía sin límites, Hidalgo fue un mago de la defensa, un esteta del ring que supo suplir su carencia de pegada, con un dominio casi perfecto de la técnica.
Sus peleas fueron recitales de tecnicismo y sapiencia, lo que lo llevó a sobresalir no sólo en su país, sino también en playas extranjeras en donde enfrentó y venció a parte de los mejores boxeadores del mundo de su época en la división welters -147 libras-.
En tierras quisqueyanas, por ejemplo, hizo muy pocos combates y después de varias victorias como profesional sufrió su primer revés ante el también dominicano, Héctor -Chino-Díaz, el 19 de julio de 1966 -debutó en 1965-.
Poco después emigró al exterior en donde hizo la mayor parte de su carrera, teniendo como campos de acción, Puerto Rico y Miami, ciudades en las que se radicó y desde donde salió a combatir a diversos escenarios mundiales, incluidos varios estados de la Unión Americana, así como a naciones de Europa, en donde logró resonantes triunfos.
En ese contexto, cabe citar entre sus víctimas a hombres de la talla de: Los norteamericanos Manuel -Manny-González, al que venció dos veces, Johnny Gant, y Lennox Beckles, todos ranqueados mundiales, -a este último lo venció en combate celebrado en el Estadio Cibao, el 8 de septiembre de 1968.
Cuarto dominicano en llegar al ranking mundial
Hidalgo, quien fuera campeón nacional welters y todo un ídolo en su natal Santiago, fue el cuarto boxeador dominicano en llegar al ranking mundial y el primer santiaguense en lograr esta distinción en un momento en que era difícil ranquearse -había que ganarle a un ranqueado para poder estar entre los primeros 10 del mundo-.
Es importante aclarar, que antes de Hidalgo, los dominicanos que alcanzaron las clasificaciones mundiales, fueron: Natalio Jiménez, en 1963, el primero en lograrlo, Héctor -Chino- Díaz, en 1966, y Carlos -Teo-Cruz, quien el 29 de junio de 1968 conquistó el primer título mundial para República Dominicana al vencer al boricua Carlos Ortiz, en el Estadio Quisqueya, de Santo Domingo. (Tomado de Cartel Deportivo de la ciudad de Santiago).