MOSCU. Félix Sánchez no vino a Moscú en plan de paseo.
Este es el octavo Mundial de atletismo que disputa el eterno dominicano y su intención es consagrarse campeón por tercera vez en los 400 metros con vallas, así que no hay tiempo para otras actividades en la capital rusa.
“No vine de turista, vine para entrar tres veces al estadio y ganar”, declaró Sánchez tras su primera comparecencia en el tartán azul del Luzhniki, el coliseo moscovita que alberga el campeonato.
La visita del lunes fue para sortear la primera ronda de clasificatorias. “Súper Félix” alzó vuelo como ganador de su serie y con el tercer tiempo más rápido de la jornada, con 49.20 segundos.
Cerca de cumplir los 36 años, el 30 de agosto, Sánchez busca repetir el nivel de desempeño que hace 12 meses llevó a la conquista del oro olímpico en Londres para convertirse en el campeón de mayor edad en la historia de los Juegos. Su victoria, con un paréntesis de ocho años, fue totalmente inesperada.
El triunfo de Londres fue uno de los momentos más emotivos de esa justa cuando, al cruzar la meta, sacó una foto de su abuela materna Lilián Peña que había fallecido cuatro años antes, la colocó sobre la pista, se arrodilló y llorando la besó.
En esta ocasión, Sánchez dice que no hay que esperar dedicatorias como esa: “Este año no me mueven las lágrimas, este año vamos a gozar”.
Blindado con una experiencia mundialista que se remonta a Sevilla 1999, Sánchez sigue siendo un rival que no puede ser descartado por más que no se ha hecho notar mucho durante el curso de esta temporada.
Y si hay algo que le motiva en esta oportunidad es su deseo de atrapar un tercer título mundial y así superar al legendario Edwin Moses, el vallista más exitoso de la historia con dos títulos mundiales y dos medallas olímpicas de oro, la misma cosecha del dominicano. Kerron Clement también tiene dos mundiales, pero no ganó ningún oro olímpico individual.
“Mi meta es el tercer campeonato y la medalla de oro es posible”, afirmó Sánchez, campeón en los mundiales de Edmonton 2011 y París 2003. “Tengo la experiencia, y eso es lo más importante”.
Sánchez no quiere ningún tipo de distracciones y contó que decidió cambiar de hotel en Moscú para buscar un lugar apacible, en vez de pernoctar en un enorme edificio de 25 pisos y con casi 1.800 habitaciones el cual aloja el grueso de las delegaciones.
“Me salí del Hotel Cosmos para estar más tranquilo”, dijo Sánchez. “La comida no me gustó. Estoy más tranquilo solo, así puedo enfocarme en lo mío. Estoy durmiendo bien y tengo aire acondicionado”.
Sánchez ganó el oro olímpico el año pasado con un tiempo de 47.63, el mismo de su carrera triunfal cuando en 1994 ganó en la olimpiada de Atenas.
Su consideración es que en Moscú no será necesario calcar algo idéntico, calculando que el tiempo ganador en Moscú oscilará entre los 47.70 y 47.80.
“No creo que estoy en la misma forma que el año pasado, pero no creo que sea tan necesario correr tan rápido”, afirmó. “Somos como 10 atletas, y la gran mayoría estamos como en medio segundo. En la final todo es posible, cuando llegas con buen ritmo y técnicamente bien, y yo creo que puedo ganar por lo menos una medalla aquí”.
¿Y cuál es la clave? Su respuesta es no agotar energías en las eliminatorias.
“Hay que conservarse porque la gran mayoría de los atletas, el 70% de los atletas que llegan a la final, corren más lento en la final de lo que lo hicieron en la semifinal. Eso significa que no conservaron suficiente en la eliminatoria para correr más fuerte en la final”, declaró.