El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, aseguró que las obras para los Juegos Olímpicos-2016 están cumpliendo el cronograma aunque admitió el problema de contaminación en la bahía de Guanabara, en una entrevista publicada este domingo por el portal G1.
Paes, en el cargo desde 2009, dio por superada así la crisis que se abrió en abril pasado cuando el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), John Coates, afirmó que los preparativos de los Juegos-2016 eran “los peores” que había visto.
“Creo que eso tuvo mucho que ver con aquel momento, estábamos en vísperas del Mundial y el estadio de apertura no estaba listo. Había un mal humor en relación a la capacidad de Brasil de organizar, una desconfianza muy grande”, justificó el alcalde en declaraciones al portal de noticias G1 del grupo Globo.
“Ahora estoy muy optimista. Las cosas están bien encaminadas, aunque no es un desafío fácil, son obras complejas, entregas difíciles. Pero yo diría que está todo bajo control”, continuó.
Tratando de esquivar las comparativas con la polémica organización del Mundial-2014 -Paes dijo en diciembre que los preparativos de una Copa son “mucho más fáciles” que los de unos juegos olímpicos-, el alcalde de Rio defendió la transparencia del presupuesto de 37.600 millones de reales (unos 14.000 millones de dólares).
Según datos de la alcaldía de Rio, el 57% de los fondos proceden de inversores privados.
“Hay que recordar el ambiente un año y medio antes de la Copa del Mundo y cómo está a un año y medio de los Juegos. No hay ningún escándalo, ninguna denuncia de sobrefacturación, las obras están en el precio, la mayor parte de recursos proceden de dinero privado”, defendió Paes, en referencia al descontento de la población respecto al presupuesto gastado en el Mundial, que desembocó en una histórica ola de protestas en junio de 2013.
Uno de los problemas a los que se enfrenta, sin embargo, la organización es la contaminación de la Bahía de Guanabara, donde se realizarán las pruebas de vela. Un plan para limpiar sus nauseabundas aguas está en marcha, pero las autoridades ya reconocieron que podrán alcanzar sólo un 80% como máximo antes de los Juegos.
“Las inversiones se están haciendo y tenemos mucha confianza en que las cosas van a estar bien. Hicimos un evento de prueba en agosto y fue un éxito. La limpieza debería haberse hecho hace mucho tiempo. Es una vergüenza tener la bahía contaminada”, afirmó Paes.
Durante el primer test olímpico de vela celebrado en agosto en estas aguas, el campeón olímpico australiano Nathan Outteridge se topó con un perro muerto en sus entrenamientos. Los navegantes reportaron además gatos, ratas, sillas, mesas y maletas flotando en el agua.