Si Gran Bretaña esperaba que los Juegos Olímpicos serían un punto fundamental para pasar a ser una economía sin dificultades, entonces los británicos se van a decepcionar, pese a los esfuerzos del gobierno para obtener ganancias con el evento.
Economistas calculan que el evento, en la mejor de las hipótesis, llevarán a la economía un impulso pequeño y temporal. El evento podría levantar el ánimo de un país dominado por medidas rígidas, pero los especialistas afirman que será difícil mantener esa situación.
Gran Bretaña dejó su antiguo perfil tradicional y reservado y está actuando de forma audaz por llevar los Juegos Olímpicos a Londres por la primera vez desde 1948.
Una campaña turística, apoyada por el príncipe Harry y por la exestrella pop y actual diseñadora Victoria Beckham, está circulando por el mundo para intentar aportar millones de turistas extras en los próximos años.
Las reglas que limitan los horarios de compras a los domingos serán interrumpidas durante el verano inglés para ayudar a los minoristas a aprovechar al máximo el evento.
Consciente del encanto de los Juegos Olímpicos para los presidentes de empresas y dispuesto a mostrar el conocimiento británico, el gobierno está realizando una serie de foros empresariales para coincidir con el evento.
Sin embargo, la mayor parte de los economistas cree que los Juegos, ayudados por 9.3 billones de libras de financiación pública, serán apenas una propulsión temporal al crecimiento antes de que su impacto desaparezca.
“Soy escéptico sobre el impacto de los Juegos, para ser sincero”, dijo Brian Hilliard, del grupo corporativo de inversiones Société Générale.
“Si se observan a algunos de los análisis de los Juegos pasados, se puede ver que el turista regular se mantiene lejos. El gran impacto ya fue visto con gastos en infraestructura, que terminarán en vísperas del evento”, añadió.