La última vez que Tokio albergó los Juegos Olímpicos fue en 1964 y hay melancolía. En Japón ya empiezan a palpitar lo que será una nueva fiesta del deporte, aunque aún falten cinco años para este evento y en el medio esté Río de Janeiro 2016.
Desde fines de 2013, cuando Tokio fue confirmado como sede para 2020, la fiebre por los juegos comenzó a apoderarse de las ciudades aledañas. Un caso concreto se puede ver en el aeropuerto internacional de Narita, por donde pasan todos los turistas que tienen destino a la capital del país asiático.
Recientemente, acaban de inaugurar la terminal 3 del mismo y tiene un toque muy especial: el diseño está basado en una pista de atletismo.