Toronto, Canadá. En punto de 15:15 horas y en medio de una fuerte tormenta, la llama de los XVII Juegos Panamericanos tocó suelo canadiense, para dar inicio a una jornada de 41 días, donde recorrerá 130 comunidades de Toronto y sus alrededores.
El Fuego Nuevo, encendido el 25 de mayo en las Pirámides de Teotihuacán, México, prendió la antorcha que será portada en Canadá por tres mil atletas, voluntarios y promotores deportivos, hasta llegar al pebetero de la inauguración el 10 de julio.
El fuego panamericano encapsulado llegó en avioneta y bajó a una plataforma en el Lago Ontario, donde fue recibido por Chris Rudge de la Junta Directiva del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Toronto 2015, quien lo entregó a representantes de las Primeras Naciones.
En medio de una fuerte tormenta que azotó a Toronto, los nativos canadienses trasladaron la llama encapsulada en canoa hacia el suelo firme del Harbourfront.
La incesante lluvia obligó a los organizadores a trasladar la ceremonia oficial de un parque con toldos al interior de un edificio contiguo.
Garry Sault, de la Primera Nación Mississaugas of the New Credit, entregó la llama al jefe Bryan LaForme, también de la Primera Nación Mississaugas of the New Credit; junto a la jefa Ava Hill, de Six Nations; el gran jefe Konrad Sioui, de la Nación Huron-Wendat, y el presidente Gary Lipinski de la Métis Nation of Ontario.
“Creemos que todo es un regalo”, dijo el jefe LaForme ante cientos de canadienses que soportaron la lluvia con tal de tener frente a sus ojos la llama que simboliza la unidad de los pueblos en torno al deporte.
“Los Juegos serán momento para aprender. Queremos compartir nuestra tierra con todos los atletas y visitantes que vendrán a Toronto”, dijo la jefa Ava Hill.
Por su parte, David Petterson, presidente del Comité Organizador, dijo que la justa deportiva que comienza aquí el 10 de julio y que se apoderará de la ciudad por más de un mes, no sólo será una oportunidad para mostrar a los visitantes la modernidad de Toronto sino también para demostrar a los visitantes “los valores canadienses”.
En el acto se presentó música aborigen de las Primeras Naciones, las voces femeninas de la Obeah Opera y un coro infantil.
En la ceremonia de bienvenida al Fuego Nuevo participaron la gobernadora de Ontario, Kathleen Wynne, y el alcalde de Toronto, John Tory, así como la vicegobernadora general Elizabeth Dowdeswell, quien es la representante en Ontario de la reina Elizabeth II de Inglaterra.
La gobernadora Wynne afirmó que “ha sido una larga travesía para ver llegar por fin a Canadá la llama panamericana” y aseguró que estos Juegos estarán entre los mejores que haya tenido el país.
Entre vivas de “Go Canada go” de entre la multitud, el presidente David Petterson se dirigió al pequeño farol que contenía la llama y ayudó a encender la antorcha, que era sostenida por la atleta canadiense Rosie MacLennan, medallista olímpica y panamericana en trampolín.
La atleta de 27 años, ganadora de cuatro medallas de oro en juegos olímpicos y panamericanos, elevó por primera vez la llama de los Juegos, que estará encendida hasta el 26 de julio.
Otro de los portadores de la antorcha en su primera jornada de recorridos fue el astronauta Chris Hadfield, primer canadiense en caminar en el espacio, quien llevó la llama al Distillery Historic District, al este de Toronto, donde se realizó una fiesta comunitaria para celebrar la llegada del Fuego Nuevo.