Pekín. La candidatura de Pekín a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 recibió hoy con optimismo el informe del Comité Olímpico Internacional (COI), que parece darle cierta ventaja sobre su rival Almaty, aunque también reconoció márgenes de mejora en algunos puntos débiles que según la organización con sede en Lausana (Suiza) presenta su proyecto.
“Estamos comprometidos a revisar cualquier área en la que podamos hacer mejoras adicionales”, destacó el alcalde de Pekín, Wang Anshun, tras la publicación del informe, en el que se refleja mayor confianza en la candidatura pequinesa que en la de la ciudad kazaja.
“Ha sido un gran espaldarazo para nuestra candidatura el hecho de que el COI haya elogiado nuestro trabajo en las áreas que consideramos centrales en el proyecto, como nuestra preocupación por los atletas, la sostenibilidad y la eficacia en los costes”, añadió el edil de la capital china.
Tras la publicación del informe, elaborado por una comisión de evaluación presidida por el ruso Alexander Zhukov, las candidaturas expondrán sus proyectos a la asamblea del COI los días 9 y 10 de junio en Lausana y la sede de los Juegos de 2022 se elegirá en Kuala Lumpur el próximo 31 de julio.
En el informe, de 130 páginas, se destaca el “bajo riesgo” de que Pekín ejecute el presupuesto que ha prometido destinar para las Olimpiadas invernales, que asciende a 1.558 millones de dólares, y los examinadores no encontraron “ningún riesgo” en áreas clave como el alojamiento o el transporte.
Entre los principales puntos negativos de la candidatura pequinesa, el COI destaca la excesiva dependencia que los Juegos podrían tener de la nieve artificial (se teme el problema estético de que las competiciones de esquí se disputen en “islas” de nieve rodeadas de zonas verdes) o los desalojos de miles de personas que podría suponer la construcción de una de las tres Villas Olímpicas proyectadas.
Sobre Almaty, con un presupuesto ligeramente mayor al de Pekín (1.752 millones de dólares) gusta en el COI su bajo impacto medioambiental o que muchas de las posibles sedes ya están construidas, mientras que preocupan los posibles riesgos de financiación, la poca tradición de Kazajistán en muchos de los deportes olímpicos de invierno o las insuficientes garantías de que habrá adecuado alojamiento para atletas, prensa y aficionados.