NUEVA YORK. Chuck Blazer, ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA, dijo a un juez federal que él y otros funcionarios del organismo rector del fútbol mundial aceptaron sobornos a cambio de votos para elegir las sedes de los mundiales de 1998 y 2010.
La fiscalía estadounidense divulgó el miércoles la transcripción de 40 páginas de la audiencia de 2013 en un tribunal de distrito en la que Blazer aceptó declararse culpable de crimen organizado y otros cargos.
Blazer, que admitió 10 cargos delictivos, relató al tribunal sobre sus acciones relacionadas con la votación que convirtió a Sudáfrica en 2010 en el el primer país de su continente en albergar un Mundial.
“A partir de o alrededor de 2004, y hasta 2011, otros y yo en el comité ejecutivo de la FIFA acordamos aceptar sobornos relacionados con la elección de Sudáfrica como nación anfitriona de la Copa del Mundo de 2010”, dijo Blazer al juez Raymond J. Dearie.
Blazer fue el secretario general de la CONCACAF entre 1990-2011, e integró el comité ejecutivo del organismo entre 1997-2013. Sudáfrica venció 14-10 a Marruecos en la votación.
El presidente de la Asociación Sudafricana de Fútbol, Molefi Oliphant, envió en 2008 una carta al secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, en la que pidió a la FIFA que sacara 10 millones de dólares del presupuesto de los organizadores del Mundial de 2010 y que usara el dinero para financiar el llamado “Programa del Legado de la Diáspora”, que era controlado por el entonces presidente de la CONCACAF, Jack Warner.
El ministro de Deportes de Sudáfrica, Fikile Mbalula, negó que el dinero haya sido un soborno, y dijo que fue un pago “sobre la mesa” para ayudar al desarrollo del fútbol en la región del Caribe.
Blazer dijo que también estuvo involucrado en 1992 en sobornos en la votación para elegir el país sede del Mundial de 1998. Francia superó 12-7 a Marruecos en esa elección.
Warner es uno de los 14 dirigentes del fútbol y empresarios acusados la semana pasada por el Departamento de Justicia estadounidense. Esas acusaciones señalan que un representante de la candidatura marroquí ofreció un pago de un millón de dólares.
Blazer dijo que aceptó junto con otros “facilitar la aceptación de un soborno”.
También confesó corrupción relacionada con la Copa de Oro de la CONCACAF, el torneo de selecciones de Norte, Centroamérica y el Caribe que se disputa desde 1991.
“A partir de o alrededor de 1993, y hasta principios de los 2000, otros y yo acordamos aceptar sobornos y coimas relacionadas con los derechos de transmisión y otros derechos de las Copas de Oro de 1996, 1998, 2000, 2002 y 2003”, dijo Blazer.
Aunque muchas de las acusaciones fueron anunciadas la semana pasada, la transcripción de la audiencia a puerta cerrada en Brooklyn, realizada hace más de un año y medio, las puso en boca de Blazer, en algún momento el dirigente del fútbol más poderoso en Estados Unidos. Las acusaciones de Blazer ayudaron a la pesquisa de la fiscalía estadounidense, en la que se espera que otras personas sean acusadas.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo el martes que renunciará al cargo. El anuncio fue seis días después que las autoridades estadounidenses anunciaron sus acusaciones, y cuatro días después que fue relegido a un quinto período.
Ahora de 70 años, Blazer acudió a la audiencia en silla de rueda, según Dearie. El estadounidense dijo al tribunal que recibió quimioterapia y radiación por cáncer del recto, y que también sufre de diabetes y enfermedades del corazón.
Blazer entregó más de 1,9 millones de dólares al declararse culpable de crimen organizado, conspiración para cometer fraude en la transferencia de dinero, conspiración para lavado de activos, evasión contributiva y por no reportar cuentas de banco en el extranjero. Aceptó pagar una segunda cantidad que será determinada cuando sea sentenciado.
Cuatro secciones de la transcripción no fueron divulgadas por la fiscalía, probablemente para proteger la investigación que sigue su curso.