Violeta Ramírez, la esgrima y complicidad con la historia

TORONTO, Canadá. Tal vez muchos dirán que ha sido coincidencia y otros dirán que fue cosa del destino, pero Violeta Ramírez, que ha hecho vida común con la esgrima, parece estar predestinada para muchas cosas en este deporte.

Con 15 años de esa, quizás un poco tarde, Violeta comenzó a practicar por total coincidencia el deporte de la esgrima.

Es posible que en el 2001, cuando ella iba de la mano de su hermana Danna a su acostumbrada rutina de entrenamiento del deporte de pentatlón moderno, sería seducida para inclinarse por la esgrima.

Desde ese entonces y con el pasar de los años, Violeta ha sabido compensar el sacrificio y la dedicación.

En el 2010, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Mayagüez, Puerto Rico, Violeta se convirtió en la primera atleta que ganaba una presea (bronce) en ese tipo de evento.

En estos Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, la historia también la reservó un momento dorado: Ser la primera en conquistar una presea para el deporte de la esgrima en Juegos Panamericanos.

“Ha sido una experiencia única. Venía trabajando mucho tiempo para llegar hasta este momento”, indicó Violeta, quien conquistó la medalla de plata este martes en la modalidad Espada Individual.

Como parte del PARNI, la esgrimista devenga un salario de seis pesos al mes. Es profesional en el área de la educación y asiste a la dirección técnica de la Federación de Esgrima en la enseñanza a jóvenes valores.

“Practico deporte no por el dinero sino porque me apasiona, porque me gusta”, indicó la atleta.

Tras el resultado 15-14 que le permitió quedarse con la medalla de plata ante la norteamericana Katharine Holmes, quien ganó el oro, Violeta admite que no se llevó la presea dorada porque en el momento no hizo la técnica que le indicó su entrenador Ricardo Oña.

De todas maneras, ella admite que el haber logrado el segundo lugar ha sido una experiencia única y que tiene como meta continuar el camino para lograr la clasificación hacia los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, para también convertirse en la primera esgrimista dominicana que lo hace.