LAS VEGAS.- Manny Pacquiao se recuperó de una dolorosa derrota al derribar dos veces a Timothy Bradley, para imponerse por decisión unánime en una pelea por el cetro wélter de la Organización Mundial de Boxeo.
Antes del combate, se especuló que podría ser el último en la carrera de Pacquiao. Pero su desempeño puso ello en duda.
Pacquiao no pareció resentir la inactividad de casi un año tras caer ante Floyd Mayweather Jr, y derrotó a Bradley por segunda vez, en lo que fue el tercer combate entre ambos. Al conseguirlo, el candidato a senador en su natal Filipinas, mostró que bien podría reconsiderar sus planes de dedicarse sólo a la política.
“Hasta ahora estoy retirado”, afirmó Pacquiao. “Voy a casa y pensaré en esto, pero quiero estar con mi familia y servir a mi pueblo”.
En el séptimo episodio, Pacquiao (58-6 con dos nocauts) derribó a Bradley, aunque el estadounidense pareció sufrir un resbalón. En el noveno no hubo duda: Bradley se desplomó con un potente zurdazo.
Los tres jueces dictaminaron 116-110 en favor del púgil asiático. La tarjeta de The Associated Press dio 117-110.
En los últimos segundos, buena parte de los 14.665 espectadores en el MGM Grand Arena se puso de pie para corear “Manny”, mientras Pacquiao buscaba el nocaut. No estuvo cerca de conseguirlo, pero su ventaja clara en las anotaciones reflejó lo ocurrido en el ring.
Si la pelea fue de verdad la última en la carrera del púgil de 37 años, resultó notable. El filipino ha ganado ocho títulos de distintas categorías en 21 años como profesional.