PHOENIX. Prince Fielder sacudió un jonrón de tres carreras para encaminar al martes a la Liga Nacional a la victoria 5-1 sobre la Americana, su segunda sucesiva tras un ayuno de 13 años en el clásico de mitad de temporada.
El venezolano Pablo Sandoval conectó un doble remolcador y Andre Ethier impulsó otra con sencillo para redondear las anotaciones del Viejo Circuito.
La Nacional no repetía triunfos desde 1994-96 y con ello aseguró que uno de sus clubes tendrá la ventaja de local en la próxima Serie Mundial.
Fielder, de Cerveceros de Milwaukee, pegó su jonrón en cuenta de 2-2 en la cuarta entrada frente a C.J. Wilson, de Vigilantes de Texas.
En la parte alta del episodio, Adrián González, de Medias Rojas de Boston, había adelantado a la Americana con un jonrón solitario frente a Cliff Lee, de Filis de Filadelfia. El toletero mexicano prendió una recta cortada del zurdo y por poco no depositó la pelota en la piscina situada en el jardín derecho.
Habían transcurrido tres años desde el último jonrón en un Juego de Estrellas, uno de dos anotaciones de J.D. Drew contra el dominicano Edinson Vólquez en el partido disputado en 2008 en el Yankee Stadium.
La ventaja de la Americana fue efímera. El puertorriqueño Carlos Beltrán y Matt Kemp, de los Mets de Nueva York y Dodgers de Los Angeles, respectivamente, se embasaron con sencillos al abrir la baja del cuarto, dejando la mesa servida para el cuadrangular de Fielder, quien se llevó una fuerte ovación. Su batazó rebotó contra el borde del muro del jardín central.
Hasta ese momento, Fielder había sido blanco favorito de los abucheos de los aficionados en Phoenix.
¿Por qué abuchear a uno de los pilares del equipo de la liga anfitriona del juego? El pecado del inicialista de los Cerveceros fue como capitán del equipo de la Nacional en el Derby de Jonrones, al no seleccionar a Justin Upton, de los locales Diamondbacks de Arizona.
El techo del estadio Chase Field estuvo cerrado y con su aire acondicionado hizo imperceptible el calor abrasador que hacía afuera, en esta ciudad en medio del desierto de Arizona. La temperatura máxima fue de 39 grados (102 F).
Adentro, con aire acondicionado, la temperatura fue de 22 grados (72 F).
Pese al calor, manifestantes del grupo Somos América –defensor de los derechos de los inmigrantes– protestaron contra la SB1070, la Ley que Arizona aprobó el año pasado y requiere que los inmigrantes porten documentos que acrediten su permanencia legal en el país.
El partido comenzó con una exhibición de pitcheo, principalmente de parte de Roy Halladay y Lee. Los dos abridores de los Filis encadenaron 11 outs seguidos hasta que el “Titán” González disparó su vuelacercas. Halladay se convirtió en el cuarto lanzador en abrir un Juego de Estrellas con los equipos de ambas ligas.
La antesala del clásico estuvo marcada por la masiva cantidad de bajas, hablándose más de los ausentes que los presentes.
Dieciséis jugadores que fueron seleccionados para participar no vieron acción, sobresaliendo nombres como Derek Jeter, Alex Rodríguez, Félix Hernández, Justin Verlander y Mariano Rivera.
Seis lanzadores no pudieron subir al montículo por haber trabajado el domingo, entre ellos los ases Hernández, Verlander y Cole Hamels.
Los inconvenientes persistieron en pleno juego, ya que Josh Beckett –el derecho de Boston– no pudo actuar. Beckett tenía previsto tirar el segundo inning, pero acusó una rebelde dolencia en la rodilla izquierda y el manager Ron Washington puso a David Robertson, relevista de los Yankees de Nueva York.
Con Robertson en la lomita, el dominicano José Bautista se lució al deslizarse para hacer con una atrapada contra un muro al costado el bosque derecho.
Lance Berkman conectó el primer hit del partido ante Robertson, pero éste conjuró la amenaza al ponchar a Matt Holliday y el tiro del catcher Brian McCann puso fuera a Berkman en el intento de robo en la intermedia.
La Nacional rayó nuevamente en el quinto gracias al sencillo de Ethier con dos outs contra Jordan Walden, el cerrador de los Angelinos de Los Angeles, para remolcar a Rickie Weeks.
Con un out en el séptimo, Sandoval empalmó un doble por el izquierdo que trajo a Hunter Pence.
El margen de victoria –de cuatro carreras– rompió con el patrón reciente de juegos estrechos. Los últimos seis clásicos se habían decidido por dos anotaciones o menos.
Como carrusel, los pitchers entraron y salieron. Uno de ellos fue Michael Pineda, el lanzallamas dominicano de Marineros de Seattle, que sacó en fila los tres outs del tercero para la Americana, incluyendo los dos últimos con swings perdidos.
Otro que brilló fue Starlin Castro, el torpedero de los Cachorros de Chicago, al robarse dos bases en el quinto. Pero sacado out en el plato tras un roletazo a Walden.
Pineda, de 22 años, y Castro, de 21, fueron los peloteros más precoces en las nóminas, además de ser parte de la cifra inédita de 35 debutantes en un Juego de Estrellas.