HOUSTON. Si sientes que has visto un montón de jonrones en 2017, es debido a: que tenemos un nuevo récord de jonrones en una temporada de Grandes Ligas.
El batazo del récord llegó cortesía del jardinero de los Reales de Kansas City, Alex Gordon, quien depositó un pitcheo de Ryan Tepera, de los Azulejos de Toronto, detrás de la barca en la octava entrada el martes para el vuelacercas 5,694 de la temporada, rompiendo la marca anterior establecido en 2000.
Alex Presley, de los Tigres de Detroit, empató la marca poco antes en el quinto episodio ante Daniel Gossett, de los Atléticos de Oakland.
Con más de una semana por delante en la temporada, el nuevo récord total debe pasar de los 6.000 para el final del rol regular.
Eso es un aumento dramático de apenas hace unos pocos años, cuando todo el mundo estaba repentinamente preocupado por la falta de poder en el juego. En 2014, hubo sólo 4.186 jonrones, el menor en una temporada sin huelga desde 1993, cuando sólo había 28 equipos en lugar de los 30 actuales. Entrando en los juegos del martes, había un promedio de 2.53 jonrones por juego, muy por encima del récord 2.34 de 2000.
El repunte en jonrones comenzó en la segunda mitad de 2015, conduciendo a mucha especulación en cuanto a lo que ha causado la andanada de jonrones. La explicación más plausible es un cambio en la pelota. Ben Lindbergh, de The Ringer, y el sabermetrico Mitchel Lichtan encontraron que las pelotas llegaron a ser más pequeñas y las costuras bajaron –cambios que harían que la bola sea más suave y tenga menos resistencia al aire. Rob Arthur, de FiveThirtyEight.com, tuvo hallazgos que se expandieron en que, observando que ha habido una disminución significativa en la resistencia del aire, o el arrastre, de la bola, ha llevado a un aumento en la distancia en las pelotas bateadas elevadas –y por lo tanto más jonrones.
MLB ha negado cualquier alteración a la pelota, pero incluso pequeños cambios en el proceso de fabricación podría alterar la bola, mientras que todavía la mantiene dentro de la gama de mediciones aceptables.
Comparado con la temporada de 2000, hay más poder viniendo de la parte baja de las alineaciones. En 2000, 16 jugadores golpearon 40 o más jonrones. Este año tenemos sólo tres. Esta temporada ya se ha impuesto récord para el número de jugadores con al menos 10 y 15 jonrones y más rápido con 20. En 2014, hubo 57 jugadores con 20 o más jonrones; entrando el martes, ya había 108 (la mejor cifra es 111 en 2016).
Los novatos también han sido colaboradores importantes, dirigido por Aaron Judge, que tenía 44 jonrones entrando al martes, dándole la oportunidad de romper el récord para novatos de Mark McGwire de 49 fijado en 1987. Los novatos habían alcanzado ya 708 jonrones entrando el martes, la mejor marca de todos los tiempos, y casi el doble de novatos que pegaron en 2000. Con 38 jonrones entrando al martes, Cody Bellinger iguala la tercer mejor marca para un novato.
Además de Judge y Bellinger, Giancarlo Stanton ha dominado los jonrones con 55 entrando el martes, dándole la oportunidad de convertirse en el primer jugador en llegar a 60 desde Barry Bonds y Sammy Sosa en 2001. Él pegó 18 jonrones en agosto, convirtiéndose en el tercer jugador en sumar 18 en un mes calendario (Sosa tenía 20 en junio de 1998 y Rudy York tenía 18 en agosto de 1937). Se unió a Bonds como el único jugador de 30 jonrones en un lapso de menos de 50 juegos.