Los organizadores de los Juegos Olímpicos buscaron aliviar las preocupaciones francesas acerca de los próximos Juegos de Invierno en Corea del Sur, al destacar que la seguridad de los atletas es su prioridad y que los países de la región no tienen dudas de que el evento seguirá adelante.
Con las tensiones en la Península de Corea en ascenso, Francia se convirtió el jueves en la primera nación en plantear públicamente la posibilidad de ausentarse de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, que se llevarán a cabo del 9 al 25 de febrero de 2018, por razones de seguridad.
Corea del Norte, que realizó una sexta prueba nuclear el 3 de septiembre ante la condena generalizada a nivel mundial, dijo el viernes que podría probar una bomba de hidrógeno en el Océano Pacífico después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con destruir el país.
“Estamos monitorizando la situación en la Península de Corea y en la región muy de cerca”, dijo un portavoz del Comité Olímpico Internacional. “La seguridad y la seguridad de los atletas son, por supuesto, una preocupación primordial para el COI. Por eso, incluso en los días recientes en Naciones Unidas continuamos en contacto con los jefes de Estado interesados”.
“En ninguna de las discusiones alguien expresó dudas sobre los Juegos Olímpicos de 2018”, dijo el portavoz, que añadió que los preparativos para los Juegos seguían por buen camino.
El COI dijo además que estaba ayudando a Corea del Norte a preparar a sus atletas para los Juegos y que cubriría los costos de su equipamiento si fuera necesario.
La ministra de Deportes de Francia, Laura Flessel, dijo el jueves que si la crisis se agravaba y la seguridad de los atletas no pudiera asegurarse, “el equipo olímpico francés se quedará en casa”.
Los Juegos Olímpicos de Pyeongchang se celebrarán a sólo 80 kilómetros de la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, la frontera más fuertemente armada del mundo.