LONDRES, INGLATERRA. Los espectadores que acudan a alguna competición olímpica en Londres este verano vivirán una “sensación similar” a la de entrar en un aeropuerto, relataron hoy los responsables del sistema de seguridad que blindará la capital británica durante los Juegos.
El secretario de Estado de Seguridad del Reino Unido, James Brokenshire, explicó en un encuentro con la prensa que Londres ha preparado un dispositivo de 24 mil personas entrenadas para afrontar “desde un ataque terrorista, a un gran accidente o circunstancias climatológicas extremas”.
Uno de los puntos clave del dispositivo serán los accesos a los recintos deportivos, donde los espectadores pasarán por detectores de metales y serán sometidos a registros exhaustivos en busca de objetos peligrosos y líquidos.
“La misma metodología que se utiliza en los aeropuertos, donde todo lo que entra debe ser registrado, se aplicará en los estadios. Los espectadores tendrán una sensación similar”, explicó el director ejecutivo del Comité Organizador (LOCOG), Paul Deighton, que subrayó que no se podrá acceder a los recintos deportivos con bebidas.
Para prevenir problemas de deshidratación entre el público, la organización se ha comprometido a suministrar agua de manera gratuita, al tiempo que ha recordado que se podrán adquirir bebidas y alimentos en los establecimientos del Parque Olímpico.
Según la lista de precios hecha pública hoy por el LOCOG, una botella de refresco costará 2,30 libras (apróximadamente 40 pesos) en el interior de los recintos deportivos (2,75 euros) (unos 32 pesos), mientras que las cervezas estarán marcadas a un precio de 4,20 libras (5 euros) (un apróximado de 70 pesos) y una copa de vino tinto a 4,80 libras (5,80 euros) ( unos 95 pesos).
“Para ayudarnos, los espectadores tendrán que ser puntuales y deberán evitar llegar a los estadios con grandes bultos, lo que puede retrasar los controles”, dijo Deigton, que indicó que las colas para acceder a algunos recintos se alargarán hasta 20 minutos.
Además de posibles amenazas terroristas, el coordinador del plan de seguridad olímpica, Chris Allison, de Scotland Yard, apuntó a las posibles protestas que diversos grupos de activistas podrían organizar durante los Juegos Olímpicos como una de las mayores preocupaciones de las fuerzas de seguridad británicas.
“La democracia otorga el derecho a protestar, pero debemos ser claros, eso no significa que se puedan interrumpir unos Juegos Olímpicos. Cualquiera que tenga pensado manifestarse durante esos días debe ponerse antes en contacto con nosotros. Por el momento nadie lo ha hecho”, explicó Allison.
El dispositivo de seguridad para Londres 2012, unos Juegos que se celebrarán del 27 de julio al 12 de agosto, incluye la participación de 7.500 militares, que darán apoyo a la policía y a los agentes de seguridad privada desde diferentes ámbitos, pero que no patrullarán por las calles de Londres.
Brokenshire recalcó que el plan de seguridad, que tendrá un coste total de 553 millones de libras (658 millones de euros), (apróximadamente unos 11 mil cuatrocientos ochenta y cinco millones de pesos) está pensado para dar “poca visibilidad” a los miles de agentes que vigilarán Londres, para tratar de “fomentar el espíritu festivo en la ciudad” y no “entorpecer la celebración del acontecimiento deportivo más importante el mundo”.