MADRID.- Lionel Messi le ganó otro duelo a Cristiano Ronaldo y el Barcelona se impuso por 3-0 el sábado en la cancha del Real Madrid para prácticamente descartar al acérrimo rival de la lucha por el título de la liga española.
Los azulgranas cierran el año como líderes del campeonato con 45 puntos, 14 de ventaja sobre el cuarto clasificado Madrid, que tiene un partido pendiente contra el vecino Leganés, aplazado en su momento por la disputa del Mundial de Clubes que conquistó el pasado sábado.
El capitán Sergio Ramos recibió el trofeo en los prolegómenos del clásico, pero el ambiente festivo acabó en funeral para los seguidores blancos, que vieron como Luis Suárez y Messi decantaron nuevamente la balanza con sus goles 10 y 15 en el campeonato, respectivamente, y el Madrid acababa con un jugador menos.
“Malas sensaciones. La derrota es dura y duele”, reconoció el técnico madridista, Zinedine Zidane. “Tampoco hay que volverse loco. Esto no está terminado y no vamos a bajar los brazos”.
Suárez abrió el marcador a los 54 minutos gracias en parte al poder de atracción de Messi sobre la defensa rival, y el argentino participó también de la acción que provocó el penal convertido por él mismo a los 64, y que derivó en la expulsión de Dani Carvajal.
“La clave fue estar compactos y aprovechar las ocasiones”, analizó el uruguayo Suárez. “Los inicios de temporada siempre son difíciles de evaluar. Catorce puntos con un partido menos, pero tenemos otros rivales como Valencia y Atlético que nos siguen presionando”.
El tanto definitivo, obra de Aleix Vidal en los descuentos, también lo fabricó Messi con una escapada y asistencia de lujo para rubricar otra excelente actuación en el estadio Santiago Bernabéu. Cristiano tuvo un partido de claroscuros, unas semanas después de autoproclamarse como el mejor futbolista de la historia tras recibir su quinto Balón de Oro.
Messi aumentó su récord como máximo goleador en la historia de los clásicos, con 25 tantos en 37 partidos contra el Madrid.
“Más allá de la clasificación, debemos felicitarnos”, comentó el centrocampista blaugrana Andrés Iniesta. “Al Madrid no lo descartamos. La diferencia de puntos no refleja la que hay entre los dos equipos”.
E insistió el técnico, Ernesto Valverde. “Hemos ganado a un gran equipo en su campo, pero no estamos ni en media liga”, subrayó.
El Valencia también perdió empuje al caer 1-0 en casa frente al Villarreal, que sacó máximo rédito del quinto tanto liguero del colombiano Carlos Bacca a los 24 minutos.
Ambos equipos sufrieron una expulsión, pero el Villarreal prevaleció para consolidarse sexto con 27 unidades.
Los valencianistas, actuales terceros con 34, no aprovecharon el tropiezo del segundo clasificado Atlético de Madrid, que perdió el viernes por 1-0 en cancha del Espanyol y cuenta 36 puntos.
La jornada se completa a continuación con otro clásico regional: Deportivo La Coruña contra Celta de Vigo.
Zidane sorprendió al decantarse por Mateo Kovacic en lugar de Isco Alarcón en el once titular, pese a que el croata no había jugado de arranque en este campeonato.
Al Barsa, con bajas significativas, le costó sintonizar, proclive a caer en fases de desconexión ante la presión avanzada del Madrid, que generó varios sustos en el periodo inicial.
El primero fue un cabezazo a la red de Cristiano en posición antirreglamentaria; el segundo, un zarpazo con la zurda del astro portugués, que sacó con idéntica pierna Marc-André ter Stegen.
Entre ambas ocasiones pasó casi media hora en que los locales parecieron meter más ganas ante un Barsa de lo más desconcertante, pero siempre con el as en la manga de Messi, quien cruzó una asistencia para que empalmara con dificultad Paulinho, frustrado en espectacular vuelo por el costarricense Keylor Navas.
Se animó considerablemente el último tramo del primer tiempo con dos meritorios testarazos por bando: uno de Paulinho que sacó con apuros Navas, otro al poste de Karim Benzema, ante la pétrea mitrada de Ter Stegen.
La sustancial mejora del Barsa se evidenció con el gol de Suárez en jugada colectiva reveladora del registro menos reconocido del infinito repertorio de Messi: la asistencia invisible.
Imán de atenciones, el astro argentino escoltó a Ivan Rakticic en su escapada por el centro y atrajo el marcaje de Kovacic, que prefirió seguirle a él que a la pelota, finalmente descargada en Sergi Roberto y rematada a las mallas por Suárez, con Navas pillado al contrapié.
El tanto desnortó al Madrid, excesivamente nervioso y reiterativo en imprecisiones, como la que generó el penal por mano de Carvajal en remate franco de Paulinho. La jugada, abrillantada por Messi con dos pases de lujo que Suárez disparó al cuerpo de Navas y luego al poste, empezó en arrancada de Gerard Piqué, quien conectó sin problemas con el rosarino.
Messi ejecutó la pena máxima con decisión y potencia, y los madridistas emprendieron la ardua tarea de remontar con un hombre menos y el ingreso de Marco Asensio y Gareth Bale.
El segundo pudo recortar con remate cercano, pero Ter Stegen repelió con firmeza, y Messi siguió a lo suyo, repartiendo otro caramelo a Nelson Semedo, quien intentó la sotana ante Navas y por poco no lo logró.
La guinda llegó sin tiempo para más y la coronó Vidal tras pase atrás de “La Pulga”, incordio constante de un Madrid que se desvanece en la liga.