Un centro de convenciones, un parque de atracciones bajo techo o un campo de fútbol han sido propuestos como herencia para el pabellón oval del patinaje de velocidad.
Pero sin algo concreto y camino de convertirse en un elefante blanco, una empresa local propuso llenar el pabellón de contenedores de pescado congelado.
“Fue un rumor de la prensa y no tomamos la sugerencia seriamente”, dijo Park Chul-Sin, un dirigente de la provincia de Gangwon, encargado del legado de las infraestructuras.
El lugar de competición del eslalon, en Jeongseon, fue especialmente construido en un bosque, con la queja de los defensores del medioambiente, ya que los lugares existentes no tenían suficiente pendiente.
Será devuelto después a su estado natural, pero no queda claro si el gobierno aceptará pagar los 40 millones de dólares que costará su rehabilitación.
De una cosa sí están seguros los organizadores: el destino del recién construido Estadio Olímpico de Pyeongchang, de 35.000 asientos.
La estructura pentagonal de 100 millones de dólares es temporal y será utilizada solo cuatro veces (las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos) antes de convertirse una parte en un museo de los Juegos y el resto será desmantelado para dejar sitio a un parque público.
Los problemas financieros posteriores a los Juegos Olímpicos han sido comunes desde Montreal-1976, que tardó 30 años en pagar las deudas, a Rio en 2016.
Los últimos Juegos Olímpicos, en Sochi, en Rusia, costaron 50.000 millones de dólares.
Los costos potenciales hicieron retirarse a ciudades candidatas, quedando por ejemplo solo dos para la elección de los Juegos de Invierno de 2022, Pekín y Almaty, ganando la capital china.
La ciudad surcoreana de Incheon gastó 1.600 millones de dólares para construir 17 lugares de los Juegos Asiáticos de 2014, acumulando al final una deuda de 1.000 millones de dólares.
Pero el profesor You Ji-Gon, de Instituto Coreano de Ciencias del Deporte, afirmó que Gangwon se enfrenta a un problema suplementario respecto al uso futuro de las instalaciones “debido a que está lejos de las áreas pobladas”.
La provincia se enfrenta a pérdidas anuales de 10 millones de dólares por mantener abiertos los pabellones de patinaje de velocidad, de hockey sobre hielo y de patinaje artístico, que se convertirá en un lugar de esparcimiento público.
Tampoco está claro si las sedes del biatlón, esquí de fondo, bobsleigh y saltos de esquí seguirán existiendo, debido a la falta de demanda local.
“No importa quién se ocupará de estos lugares, será difícil sacarles beneficios”, reconoció Park Chul-Sin, dirigente de la provincia de Gangwon, encargado del legado de las infraestructuras, urgiendo al gobierno a cubrir los costos.
“Los deportes de invierno no son tan populares en este país”, resume.