Katerimburgo, Rusia
AP
Otra vez una jugada con pelota detenida y el cabezazo de un defensor salvaron a Uruguay, que se apuntó el viernes una angustiosa victoria 1-0 sobre Egipto en el debut de ambos en la Copa Mundial.
El testazo del central José María Giménez en el último minuto dejó a los uruguayos empatados con Rusia en la cima del Grupo A, donde los anfitriones del torneo golearon el jueves 5-0 a Arabia Saudí.
Egipto jugó sin su astro Mohamed Salah, que se repone de una lesión en un hombro sufrida el mes pasado durante la final de la Liga de Campeones entre Liverpool y Real Madrid, y no inquietó el arco uruguayo.
“No quisimos correr riesgos”, explicó el técnico de Egipto, Héctor Cúper. “Pero Salah va a desempeñar un papel importante en los próximos partidos. Creo que estará bien para el siguiente”, el martes 19 de junio contra Rusia.
Para Cúper, Egipto “hizo un gran partido” dentro de sus posibilidades y casi se lleva un punto.
El propio técnico de Uruguay Oscar Washington Tabárez admitió que Egipto bien “pudo haber sacado un empate, que se abortó al final por ese gol con pelota quieta”.
“Se defendieron bien”, dijo Tabárez, quien destacó la actuación “del 6”, Ahmed Hegazi, un zaguero muy alto que sacó muchas pelotas aéreas.
Con su triunfo, Uruguay cortó una racha de 48 años sin ganar un partido inaugural.
“Como pasa siempre, se cae otra estadística”, dijo Tabárez, quien subrayó la importancia de triunfar en el debut. “Estas estadísticas, bien llevadas, sin desbordes, hacen crecer” a un equipo.
El conjunto celeste no supo penetrar el vallado defensivo que opusieron los egipcios y un Luis Suárez con la pólvora mojada desperdició las tres situaciones de gol más claras que tuvo el equipo uruguayo, que no hizo nada para justificar el cartel de favorito para ganar el grupo con que llegó a Rusia.
En la primera, el delantero de Barcelona tiró desviado desde muy cerca y en las otras dos ocasiones el arquero Mohamed Elshenawy salió airoso en sendos mano a mano.
Elshenawy también tapó dos remates envenenados de Edinson Cavani, justificando la decisión del técnico argentino Héctor Cúper de alinearlo en lugar de Essam El-Hadary, portero de 45 años que aspira a ser el jugador de mayor edad que disputa un partido de una Copa Mundial.
A Uruguay le costó mucho generar peligro ante un contrincante que amontonó gente atrás. Se esperaba que un renovado mediocampo uruguayo le diese más creatividad al equipo. Ese pronóstico, sin embargo, no se cumplió y la mejor fórmula ofensiva que tuvo el equipo charrúa volvió a ser las combinaciones entre Cavani y Suárez.
Cavani fue quien cedió los dos balones de oro que Suárez no supo aprovechar. Y casi anota a los 84, con un tiro algo desde el borde del área que motivó una gran intervención de Elshenawy.
A tres minutos del final, el ariete de París Saint Germain estrelló un tiro libre en un poste.
Y cuando parecía que el partido terminaba igualado, apareció la cabeza salvadora de Giménez ante un tiro de esquina.