Saransk, Rusia
AP
En vez de comenzar de manera auspiciosa un mundial en el que busca mejorar lo conseguido en el anterior, Colombia tuvo un debut de pesadilla, encallando con sus propios errores y llevándose una bofetada de Japón, que se impuso el martes por 2-1.
Ante un rival al que había goleado hace cuatro años en Brasil, Colombia pasó penurias desde el comienzo.
Un gol de cabeza de Yuya Osako a un tiro de córner a los 73 minutos sentenció un partido que fue de espanto desde el pitazo inicial para los dirigidos por el técnico argentino José Pekerman. Colombia se vio en desventaja desde los cuatro minutos, cuando el volante Carlos Sánchez recibió la roja directa al desviar con el antebrazo un remate de Shinji Kagawa, con lo que se decretó además la pena máxima.
El propio Kagawa se encargó de concretar, engañando a David Ospina a los seis minutos.
A partir de allí comenzó el calvario para Colombia, que prescindió en el comienzo de su figura y goleador James Rodríguez, aquejado por una sobrecarga muscular. Los de Pekerman reaccionaron sobre el final y emparejaron el partido con la picardía de un tiro libre de Juan Quintero a los 39.
El estreno colombiano marcó al mismo tiempo el debut mundialista de su ariete y cañonero Radamel Falcao, quien se había perdido el Mundial de Brasil debido a que no se recuperó a tiempo de una lesión de ligamentos. Con los planes tácticos trastocados por la salida de Sánchez, la pelota no llegó mucho al “Tigre” Falcao y en las contadas ocasiones que se le presentaron apenas pudo puntear la pelota sin consecuencias para los japoneses.
Aun así, incidió en el tanto del empate.
Japón especuló un poco después del gol y permitió que Colombia adelantase sus líneas en busca de la igualdad. Casi sobre los 40 minutos, Falcao fue bajado en las puertas del área y Quintero anotó con un tiro rasante, por debajo de la barrera, que saltó. El balón se coló junto a la base del palo que cubría la barrera y la tecnología confirmó que toda la circunferencia de la pelota rebasó la línea de meta.
En el complemento fueron los japoneses los que más controlaron la pelota y sólo gracias a un par de intervenciones prodigiosas de Ospina no cayó antes el segundo de los asiáticos.
Un saque de esquina y otra desatención colombiana definieron el encuentro. Yuya se levantó entre varios defensores para cabecear una pelota que sacó las astillas del poste y entró.
Pekerman sacó del banco poco después del gol a James, quien de inmediato se enganchó en el partido. Sin embargo, el mediapunta del Bayern Múnich no pudo esta vez marcar la diferencia, y Colombia se fue con una derrota que la deja mal parada
Japón tomó provisionalmente la punta del Grupo H, donde Polonia enfrentaba a Senegal más tarde.