MAR DEL PLATA. Siempre se ha dicho que el básquetbol es uno de los deportes más lógicos que ha creado el hombre. Sin embargo, el Grupo A del Preolímpico, devenido del azar, parece haber nacido para maldecir esa afirmación.
Digamos, en pocas palabras, que existen equipos peligrosos en esta zona. Distinto estilo para afrontar los partidos, pero con el mismo cóctel de juventud y experiencia para quitarle, a los poderosos, algún triunfo del bolsillo.
En una escala de individualidades, Brasil y Dominicana parten en la primera ubicación de favoritismo. El posicionamiento en la mente de analistas, entrenadores y jugadores que ha generado el equipo de Rubén Magnano es, al menos, envidiable. Sin tres de sus NBA célebres (Nené, Leandrinho Barbosa y Anderson Varejao), Brasil parece haber evolucionado en su juego, por lo visto en la Copa Tuto Marchand.
“Brasil es uno de los equipos que mejor llega al Preolímpico. Es el mismo estilo de básquetbol, pero con la cuota de sacrificio que imprime Rubén (Magnano)”, señaló Carlos Morales, asistente de Puerto Rico, a Gustavo Bruzos, enviado de ESPNdeportes.com a Mar del Plata.
No es poco. Mejor dicho, es mucho, porque los equipos nacen de la estructura grupal, jamás dependen de las individualidades. Defensa, sacrificio y goleo son las armas fundamentales del equipo verdamarelo que busca un pasaje a Londres.
El caso de República Dominicana también es digno de destacar. Vamos, no todos los días se levantarán en Santo Domingo y tendrán, entre los titulares de sus periódicos, tres NBA (Al Horford, Charlie Villanueva y Francisco García) defendiendo su camiseta. Ni hablar contar con John Calipari como coach en jefe y Del Harris como asistente.
“Lo que tenemos que mejorar es la defensa y seguir evolucionando como grupo. Es la química lo que importa”, dijo García, alero de Sacramento Kings, al ser consultado.
Dominicana es un equipo picante, agresivo para correr, pero aún queda la duda de quién será el armador de juego que convierta al monstruo de tres cabezas en el embrión de algo verdaderamente grande.
“Es un entrenador diferente, venimos con otra mentalidad a este torneo. Trataremos de llevar adelante al equipo e ir evolucionando”, completó García al referirse al rol de Calipari.
En un escalón más bajo, aparecen Canadá y Venezuela. Estas dos selecciones han sido irregulares en la preparación, pero tienen lo que tienen las personas verdaderamente peligrosas: nada que perder. Canadá tiene tres NBA en su plantel (Andy Rautins, Joel Anthony y Cory Joseph), pero más allá de eso, forman un núcleo de jóvenes de proyección que, conducidos por Leo Rautins, practican un básquetbol prolijo, de escuela, que se centra en la defensa y el ataque ordenado de media cancha.
Un dato para considerar: Anthony, centro de Miami Heat, es el mejor defensor en la pintura del torneo. No es poco.
Venezuela, por su parte, fue creciendo en la preparación, pero si consiguen dar el salto en este torneo, será un bingo en la sala. Tienen talento en Greivis Vásquez, Gregory Echenique y compañía, pero Héctor ‘Pepito’ Romero, uno de sus jugadores emblemáticos, viene de una lesión de rodilla algo preocupante. Será una combinación de experiencia y juventud que, hasta el debut, es una incógnita para todos. Inclusive Eric Musselman.
En el final del camino, aparece Cuba. Un equipo sin grandes estrellas, pero con la felicidad de participar de la competencia. Suena difícil el camino para Ariel Amarillo y los suyos, pero, como siempre pasa, todo se verá en la cancha.
Tiempo al tiempo. República Dominicana y Cuba, desde las 11.30 de Mar del Plata (10:30 AM hora dominicana), abrirán el camino hacia la meta más soñada: llegar a Londres 2012 para entonces sí, hacer historia grande.