MADRID (Paola Núñez | ESPN Digital) — El Real Madrid acabó con la sequía 481 minutos después. Sirvió un poco de consuelo, y un mucho para poner fin a la peor racha sin gol en su historia. Y nada más.
Levante se llevó los tres puntos a su casa gracias a la victoria por 1-2. el Real Madrid se queda hundido después de cinco partidos consecutivos sin ganar y con Lopetegui prácticamente sentenciado a una semana del clásico.
Cuando llegó el minuto 71 en que Marcelo firmó el único tanto local, hacía 16 que el Real Madrid había rebasado su peor marca, los 464 minutos sin ver puerta que registró en la campaña 84-85.
Por lo demás, el Real Madrid fue una calamidad. La primera señal del desastre llegó al minuto 6. El modesto Levante acababa de ponerse 0-1 por delante en su primer llegada de peligro, cuando José Luis Morales se llevó a Raphael Varane como si de un juvenil se tratase, y burló con facilidad a Thibaut Courtois, que salió fatal. El belga, estrella designada en el despacho y elegido titular para la Liga por Julen Lopetegui, era un manojo de nervios.
Al 12, justo cuando el equipo local acababa de superar las siete horas sin marcar, Roger duplicó la ventaja del Levante desde el punto penal. Otro error grave de Varane, con una falta en el área, le dio la oportunidad y la confirmó el VAR, pues el árbitro Cuadra Fernández había decretado falta inicialmente.
La fatalidad se apoderó del Real Madrid en ese momento. De Courtois hasta Mariano, titular por primera ocasión en la campaña a falta de otra opción de mayor garantías para reemplazar a Karim Benzema, renqueante tras sufrir una lesión.
Real Madrid se sabía bajo una intensa presión por evitar el naufragio; pero no sabía qué hacer. Paralizado y partido. Se hacía con el balón, pero lo perdía con una facilidad alarmante. Los tres elegidos para el ataque, Mariano, Vázquez y Asensio, ni acertaban en sus escasas oportunidades. Daba mayor sensación de peligro Odriozola en la banda que la delantera en pleno.
Levante se defendía como podía; al bomberazo, con Oier sacando balones apuradamente o ya de plano, con nueve hombres metidos en el área. De tan débil el Madrid, era más que suficiente. Y encima con la suerte de su parte y la tecnología, haciéndole justicia. Asensio, el último jugador de Real Madrid que había visto puerta casi tres semanas atrás, logró poner el balón en el fondo de la red con un cabezazo a un contrarremate. Pero la jugada pasó por el VAR y fue anulado por fuera de lugar del propio Asensio en el remate de Casemiro.
Madrid no se fue con un 0-3 en contra al descanso porque Courtois, por fin, reaccionó a la enésima intentona del ataque de Levante después de comerse a los centrales, Varane y Ramos, que simplemente no estuvieron a la altura. Tampoco lo estuvo Isco, que regaló balones a diestra haciendo temblar a Chamartín en cada balón cedido. Tanto amenazó Levante, que cayó el tercero otra vez comiéndose a la defensa. Otra vez intervino el VAR. Y otra vez se anuló el tanto, esta vez en la portería de Courtois.
La decisión fue afortunada para el Madrid. Lo dejaba con algo de vida para intentar la remontada en la segunda mitad.
Lopetegui, que se jugaba el puesto, se quemó todas sus cartas. Había guardado a Bale y Benzema, en parte pensando en Champions y en parte dando prioridad a su recuperación, pues ambos venían de una lesión. A Gareth Bale lo mandó desde el primer minuto de la segunda parte. A Benzema, pasada la hora de juego.
Solo así dio señales de vida el Real Madrid, que de todos modos, pasó otros diez angustiosos minutos antes de quitarse de encima la pesada losa de la sequía.
Al minuto 71, una apurada embestida merengue acabó, por fin, con el balón al fondo de la red de la portería de Oier. Lo firmó Marcelo, que celebró señalándose el escudo con toda la furia contenida de ocho horas en blanco. Mariano tuvo para marcar uno más en los últimos instantes, pero el juez de línea levantó el banderín y esta vez fue tan claro que no requirió ni VAR.