Los seleccionados femeninos de fútbol de Estados Unidos y Francia protagonizaron un duelo dinámico y lleno de alternativas en los arcos en el que las estadounidenses se repusieron de un doble golpe inicial, para terminar imponiendo su clase y dejando claro, que a pesar del susto, siguen siendo las favoritas a la medalla dorada.
Thiney con un balazo de 25 metros y Delie, adelantaron dos a cero a las galas en apenas 14 minutos de juego, las norteamericanas sufrieron el doble impacto, pero sacaron chapa de grandes y apenas cuatro minutos después, la experimentada Abby Wambach puso el descuento después de cabecear un tiro de esquina y mandar la pelota al fondo de la red.
Ese gol fue clave, pues a partir de ese momento el seleccionado de las barras y las estrellas tomó posesión de la pelota y de los ritmos del juego, y fue demoliendo el muro defensivo de las francesas, que pretendían sostener ese gol de ventaja que les permitía aferrarse a un sueño.
El trabajo de generación de juego constante de las americanas con Carli Lloyd, Abby Wambach y Alex Morgan como protagonistas, rindió frutos a los 31 minutos de la primera parte con un pase a espaldas de la defensa gala, que aprovechó con un pique al vacío y una definición exquisita la guapa Alex Morgan.
Con el empate a dos y la sensación de un segundo tiempo igual de entretenido, las jugadoras se marcharon al vestuario.
Desde el pitazo inicial, la segunda parte fue toda para los Estados Unidos, vimos en los segundos 45 minutos lo que todos pensamos que íbamos a ver desde el inicio del juego. Dominio total del tiempo y los espacios, generación constante de oportunidades, propuesta ofensiva y gol.
Hope Solo no apareció ni para la foto en la segunda mitad, y a los 55 minutos llegó el gol de la ventaja norteamericana. Carli Lloyd hizo honor al 10 que porta en su espalda y con un remate de crack clavó la pelota al rincón de la mano derecha de la portera francesa que no tuvo nada que hacer ante el remate de media distancia.
Estados Unidos puso la casa en orden, remontó el 0 a 2 inicial y se dedicó a divertirse en el campo. Megan Rapinoe y Tobin Heath fueron un dolor de cabeza constante por las bandas para la zaga francesa y en una de las salidas rápidas por izquierda de Heath, se generó el 4 a 2 para estados Unidos, segundo gol de Alex Morgan en el partido.
La carrilera se fue hasta el fondo, cruzó el centro rastrero al segundo palo y Morgan sólo tuvo que empujarla a puerta vacía para poner cifras concretas al marcador.
Lo demás fue trámite, las francesas apelaron al pundonor y quisieron ir por el descuento, pero más con ganas que con orden y la defensa estadounidense controló fácilmente las desordenadas embestidas galas.
Al final Estados Unidos superó el susto inicial y se llevó al hotel los primeros tres puntos de la fase de grupos de las Olimpiadas que defienden.