SANTO DOMINGO. El tenis de mesa ha ido experimentando un sistemático crecimiento. En la actualidad, la Federación Dominicana de Tenis de Mesa posee una afiliación de cerca de tres mil atletas en todo el país y esto ha provocado que el organismo realice cambios sustanciales a la hora de realizar los torneos locales.
El presidente de la Fedoteme, Juan Vila, explica que los tradicionales torneos han tenido que realizarlos por categorías.
Cuando se habla de futuro en alguna disciplina deportiva, es justo resaltar el trabajo que ha venido realizando en los últimos años los directivos del tenis de mesa en la República Dominicana con la puesta en marcha de programas de desarrollo que miran hacia el futuro.
No ha de extrañar, ante la puesta en marcha de efectivas medidas, que jóvenes atletas del tenis de mesa estén cobrando notoriedad desde las pequeñas categorías en los diferentes eventos internacionales en los que participan.
“Para poder llevar el deporte y el estudio hay que hacer mucho sacrificio, trabajar de una manera consistente para lograr lo que uno se propone”, sostuvo la atleta Eva Brito, de 16 años y quien cursa el cuarto año del bachillerato.
A su corta edad, Brito ya tiene en su poder dos campeonatos del Caribe por equipos, un mundial y un título de Juegos Panamericanos por equipos obtenido el pasado año en Guadalajara, México, donde resultó la atracción del evento. “Me siento bien, contenta, porque sé que tengo un equipo con qué contar”, explica la joven atleta, que cursa el cuarto año del bachillerato.
A juicio de Juan Vila, presidente de la Federación Dominicana de Tenis de Mesa (Fedoteme), el futuro luce promisorio para este deporte en el país. “Nuestros principales objetivos están dirigidos hacia las categorías de temprana edad, que es la dirección donde los demás países que tienen gran incidencia de este deporte.
Para llevar a cabo esta propuesta, la Fedoteme ejecuta un proyecto que tiene una matricula de 32 niños (16 hembras e igual cantidad de varones) de diferentes provincias del país, que son dotados de estudio, buena alimentación y practican cinco horas y media al día.
Entre estos talentos, según refiere el presidente de la Fedoteme, sobresalen Smerlin Castro, de San Pedro de Macorís, quien ha sido en cuatro ocasiones campeón Latinoamericano en la categoría 11 años y menos, así como ocho títulos del Caribe.
También cita a Sorangel Rosario, del Distrito Nacional, que ha sido doble medallista de oro latinoamercana, en dobles y por equipos, junto a Smerlin Castro. Otros que se destacan son Evelio Enmanuel Lozano y Andrés Betances, ambos de Santiago. Ellos son los actuales campeones Latinoamericano por equipos.
Los jovencitos Mariano Lockward, del Distrito Nacional, y Jesús Lozano, de Santiago, también vienen ganando espacio por las condiciones atléticas que exhiben en este deporte. “El objetivo es mantener un banco permanente de atletas para ser llamados a los relevos generacionales que se producen en nuestro deporte y que los que surjan sean mejores que los que están”, agregó Vila.
Con 19 años, Katerin Montes de Oca resalta la satisfacción que se siente al conquistar un título. Ella, junto a Johenny Valdez, Eva Brito y Lineth Vila, revalidaron la corona en el campeonato del Caribe de tenis de mesa que se celebra en el país. “Es inexplicable lo que se siente, pero esto es fruto del trabajo que la federación ha venido haciendo en este deporte”, agregó.
Un trabajo en equipo
Hace cuatro años que la Federación Dominicana de Tenis de Mesa ha venido poniendo en práctica la iniciativa que le ha permitido agrupar, de cara al futuro, los mejores prospectos de este deporte, en una concentración que opera en Santiago.
“Tenemos un plan nacional y lo hemos ido perfeccionando. La Escuela Nacional de Talentos ha ido funcionando satisfactoriamente”, adujo Vila.
El proyecto está dirigido por un equipo de profesionales que conocen el tenis de mesa. El ruso Dimitri Yastrebtsev es el director técnico; Olga Vila tiene a su cargo la dirección administrativa; el cubano Boris Roque desempeña el puesto director de entrenadores nacionales, mientras que Luz del Alba Pichardo y Raúl Betancourt, cubanos, imparten las técnicas del juego.
“Una de nuestras grandes preocupaciones como dirigentes es formar atletas que superen las cualidades de los que están actualmente”, señaló Vila.