EAST RUTHERFORD. Los Seattle Seahawks consiguieron el primer título en su historia tras superar por marcador de 43-8 a los Denver Broncos en el Super Bowl XLVIII.
El arranque del juego tuvo uno de los peores desenlaces ofensivos para los Broncos. Tras una falla de comunicación entre el mariscal de campo Peyton Manning y el centro Manny Ramirez, el balón derivó en las diagonales de Denver y fue señalado como safety tras el derribo defensivo.
Los Seahawks lograron avanzar de forma consistente y se apoyaron de dos goles de campo de Steven Hauschka, al tiempo que la ofensiva de Manning se ahogaba en series estériles que no lograron mover las cadenas en todo el primer período.
Un pase desviado hacia Julius Thomas que fue interceptado por Kam Chancellor, no ayudó al desempeño inicial de Manning.
Los Seahakws convirtieron su robo aéreo en el debut de Marshawn Lynch como corredor con touchdown en un Super Bowl para aumentar su ventaja a 15-0.
El déficit pareció motivar a los Broncos para desplegar el ataque que registró las mejores cifras de la temporada en la NFL. Llegó la primera oportunidad que se había negado pero, conforme avanzaba, Manning se notaba más incómodo, toda vez que la defensiva de Seattle comenzó a generar daño hacia las murallas alrededor del veterano mariscal de campo.
Manning lanzó una segunda entrega hacia Malcolm Smith pero, esta ocasión, el daño fue máximo. Smith se escapó 69 yardas en la devolución hasta las diagonales, tornando la situación en un escenario que los Broncos no veían desde la Semana 6 del 2012, cuando se fueron 24-0 al medio tiempo ante los San Diego Chargers.
El inicio del segundo medio presentó una oportunidad de reinvención a corto plazo para Denver, la cual se vio mermada de inmediato cuando el reaparecido Percy Harvin devolvió la patada de salida hasta las diagonales para una nueva anotación de Seattle.
Con el marcador 29-0 en contra, todo recayó en los hombros de Manning ante la esperanza débil de una remontada histórica. El partido perdió intensidad hasta el punto que la ofensiva récord de los Broncos invadió terreno contrario.
Demaryius Thomas, el principal objetivo de Manning en la temporada regular, realizó una gran atrapada en 1° oportunidad, no obstante, Byron Maxwell lo despojó de la posesión del ovoide y los Seahawks recuperaron. Cinco jugadas después, el mariscal de campo Russell Wilson lanzó un pase hacia un imparable Jermaine Kearse que rompió cuantas tacleadas se le atravesaron para escaparse a touchdown.
El lapidario marcador apuntaba 36-0 antes del final del tercer período. El fantasma de la primera blanqueada en la historia del Super Bowl fue exorcizado con pase de Manning a Thomas para touchdown. La consiguiente conversión de dos puntos con Wes Welker acortó la brecha.
Un Wilson sin cadenas, soportado por el brillo de sus receptores y la confianza en su defensiva y equipos especiales, encabezó la marcha ofensiva de unos Seahawks que ya emanaban un aroma de campeones. Cinco pases consecutivos del mariscal de campo de segundo año, completaron el quinto touchdown de la noche para el club desfavorecido en los pronósticos previos; Doug Baldwin puso las manos al otro extremo de la hazaña.
Los últimos minutos del Super Bowl fueron desangelados en las gradas de un “cálido” MetLife Stadium. Los Seahawks culminaron una campaña dominante a expensas de unos Broncos que perdieron el 5° Super Bowl en su historia, mientras Pete Carroll consiguió su primer anillo de campeón y John Fox cayó en un Super Bowl por segunda ocasión en su carrera como entrenador en jefe.