Londres. Barcelona conquistó su cuarta corona europea al vencer el sábado 3-1 a Manchester United en la final de la Liga de Campeones.
Lionel Messi, Pedro Rodríguez y David Villa firmaron los goles de un Barsa que jamás renunció a su identidad y dominó abrumadoramente la posesión del balón. Wayne Rooney marcó por los Diablos Rojos.
Con su segunda Copa de Europa en tres años, el Barsa de Pep Guardiola inscribió su nombre en el panteón de los mejores clubes de la historia y abrió la puerta al debate de si debe ser considerado como el mejor de todos.
El Barsa le repitió a Manchester la dosis de la final de 2009 en Roma: en aquella ocasión lo venció 2-0 con baile incluido, una actuación similar a la del sábado en el estadio Wembley, especialmente en el segundo tiempo.
Guardiola, que en sus tres años como timonel del Barsa ya suma igual cantidad de títulos de liga y dos de Europa, apostó por el lateral francés Eric Abidal en la defensa en lugar de Carles Puyol, mientras que su contraparte Alex Ferguson arrancó con el mexicano Javier Hernández como hombre de punta.
El “Chicharito”, la gran sensación de United esta temporada, apenas vio la pelota en todo el encuentro. Sin circulación de pelota en el mediocampo y con sus compañeros agazapados en su mitad de la cancha, Hernández tuvo que limitarse a buscar el ocasional pelotazo sin disfrutar de ocasiones reales de peligro.
El Barsa, en cambio, jugó a lo Barsa.
Tras unos primeros minutos en los que Man U presionó la salida y llegó a dominar la posesión, el Barcelona tomó las riendas y jamás las volvió a ceder.
Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Messi hicieron de las suyas en el centro del campo, obligando a los jugadores de United a correr detrás de la pelota. El surcoreano Park Ji Sung, un mediocampista con dinamismo y llegada, se vio limitado a un papel de perro de caza con Messi como blanco principal.
El argentino Javier Mascherano, una vez más como defensor central, cumplió un excelente papel en la recuperación y tapó los huecos dejados por las constantes subidas del lateral derecho Dani Alves.
Pedro abrió el marcador a los 27 minutos, cuando Xavi lo habilitó con un magistral pase al espacio y el ariete español remató el esférico pegado al palo izquierdo del arco de Edwin van der Sar, quien disputó su último encuentro con los Diablos Rojos antes de colgar los guantes.
Van der Sar tuvo una actuación discreta en el partido de su retiro y en ese primer gol se quedó inmóvil, cuando parecía que el remate daba al menos para un lance.
Rooney igualó en forma transitoria a los 34, con un derechazo colocado al ángulo después de una buena pared con Ryan Giggs.
Ese fue el último momento de gloria de United, que al igual que el Barcelona buscaba su cuarto título de Europa y venía de conquistar su liga nacional.
El complemento fue prácticamente un monólogo catalán, gracias al cual el Barcelona terminó por meterle tres goles a un club inglés que apenas había recibido cuatro tantos en todos sus encuentros previos en esta Champions.
Messi le dio la ventaja al Barsa a los 54 con un potente remate raso desde la medialuna y Villa selló el resultado a los 69 con otro tiro desde el borde del área, un bello remate colocado a un ángulo, imposible para la estirada de van der Sar.