Los boxeadores mexicanos que aspiran a clasificarse a los próximos Juegos Olímpicos han decidido pelear contra rivales profesionales para paliar la falta de combates internacionales, aseguró hoy el entrenador Francisco Bonilla.
“No es lo ideal, pero sirve de algo ante la falta de fogueo internacional”, explicó hoy a Efe el estratega.
A pesar de ser el deporte que más medallas olímpicas ha dado al país, con dos de oro, tres de plata y siete de bronce, el boxeo mexicano sufre desde hace años la falta de combates internacionales, lo cual ha limitado la preparación.
Bonilla espera esta semana la confirmación de un campamento en Estados Unidos como parte del trabajo para el Preolímpico de Río de Janeiro, Brasil, en el que confía en lograr algunos boletos para los Juegos Olímpicos de Londres.
El peso pluma Oscar Valdés, medallista de bronce del Mundial de 2009, y el minimosca Joselito Velázquez, monarca de los Juegos Panamericanos, son dos de las principales cartas del equipo que también espera clasificar a Londres a los medallistas panamericanos Braulio Ávila (peso mosca), Oscar Molina (welter), así como al ligero welter Juan Pablo Romero.
Este año, Valdés y Romero suman cuatro peleas internacionales, Velázquez, tres, Ávila dos y Molina, una. Sin embargo, Bonilla recuerda que con un déficit similar de combates, otras veces lograron triunfos y ahora trabajan para eso.
La última medalla de México en el boxeo de los Juegos Olímpicos la conquistó el peso ligero Christian Bejarano en Sydney 2000, pero hace poco más de dos años, Oscar Valdés tuvo un resultado de alto nivel al convertirse en el primer púgil del país medallista mundial.
A consecuencia de la falta de fogueo, los púgiles mexicanos no tienen buenas ubicaciones en sus divisiones. En la última lista de la Federación Internacional, Valdés aparece en el lugar catorce del mundo y tercero de América, Romero es decimosexto del ránking y cuarto del continente, y Molina, vigésimo primero del mundo y cuarto de América.