Mamaroneck, Nueva York. (EFE).- El golfista estadounidense Bryson DeChambeau ha conquistado su primer grande en el Abierto de Estados Unidos, que se ha disputado esta semana en el histórico recorrido de Winged Foot, a las afueras de Nueva York.
DeChambeau, el único que ha logrado bajar del par en la última jornada (-3) y en el resultado acumulado (-6), se ha desmarcado de los pronósticos y de sus rivales a base de bombazos con el driver y una precisión científica en el juego corto.
“A partir del hoyo 9 empecé a pensar en la posibilidad de victoria, y me frené para decirme que tenía que ir golpe a golpe y concentrarme en hacerlo lo mejor posible en cada uno de ellos”, dijo DeChambeau sobre la estrategia que le llevó no solo a la victoria, sino a una ventaja de seis golpes del segundo.
Al aceptar el trofeo, DeChambeau reconoció el honor que supone unirse a los 27 años a los legendarios Jack Nicklaus y Tiger Woods como los tres únicos jugadores de la historia que han conquistado la liga universitaria, el US Amateur y el US Open durante su carrera.
“Ha supuesto mucho trabajo duro”, dijo el golfista californiano licenciado en física, que se ha ayudado de sus cálculos matemáticos para no ceder terreno en ningún momento a su competidor más inmediato, el estadounidense de 21 años Matthew Wolff (par).
“Cuando lo ves de cerca, te das cuenta de que lo que está haciendo Bryson es bastante excepcional”, dijo Wolff, que compartió el partido estelar con el líder.
Más lejos aún han quedado el sudafricano Louis Oosthuizen (tercero con +2), y los estadounidenses Harris English (cuarto con +3) y Xander Schauffele (quinto con +4), que sí han cumplido los pronósticos de un resultado por encima del par en las difíciles condiciones de Winged Foot.
Mientras los veteranos de ediciones anteriores del US Open en Winged Foot, como las estrellas Phil Mickelson y Tiger Woods, intentaron sin éxito emplear la cautela y respetar la configuración del campo, DeChambeau se movió por los atajos con golpes de más de 300 metros y terminó superando el resultado del ganador de 2006, Geoff Ogilvy (+5), por nada menos que 11 golpes.
Con la salvedad del campeón, desde el primer día, las estrechas calles y los duros greenes de Winged Foot hicieron sufrir a campeones de ediciones anteriores, como Gary Woodland (2019), Justin Rose (2013) y Tiger Woods (200, 2002 y 2008), que ni siquiera lograron pasar el corte para el fin de semana.
En un año inusual para el golf por la suspensión del Open Británico y el aplazamiento del Masters de Augusta a mediados de noviembre, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, los trofeos de los únicos dos grandes, disputados sin público, el Campeonato de la PGA (Collin Morikawa) y el US Open han caído en manos de primerizos.