TOKYO 2020.- Hasta ahora, doce argentinos han jugado en la NBA, y la mayoría salidos de la Generación Dorada que se alzó con el oro Olímpico en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 tras derrotar a Estados Unidos en las semifinales.
Entonces Estados Unidos contaba con un equipo solo compuesto por jugadores de la NBA. Después, Argentina fue quien los exportó a la que está considerada como la mejor liga del mundo.
Y la Generación Dorada parece tener un gran relevo, ya que la selección Argentina de baloncesto llegó a la final en la última Copa del Mundo, disputada en la República Popular de China en 2019.
El único superviviente de la Generación Dorada que logró esta plata fue el incombustible Luis Scola, pero no fue el único en destacar. Uno de los jugadores que está labrando una carrera de ensueño es Facu Campazzo.
El base ha participado en dos Juegos Olímpicos (Londres 2012 y Río 2016), y con esa plata en la Copa Mundial, logró el boleto a Tokio 2020.
Pero esta temporada dará un paso adelante más en su camino estelar. Jugará en la NBA.
El pasado fin de semana Campazzo disputó su último partido con el Real Madrid, después de haber militado en el equipo español desde 2014.
Como él dice, se va “para cumplir un sueño” por el que lleva toda la vida esperando. Se hará realidad gracias a los Denver Nuggets.
Por su parte, la NBA también tiene sus ojos puestos en una de las grandes promesas del baloncesto, no solo argentino, sino también internacional: el escolta Leandro Bolmaro, de solo 20 años.
Bolmaro ha demostrado su talento en el FC Barcelona y esto no ha pasado desapercibido. En el Draft de la NBA de este año se convirtió en el argentino elegido en la mejor posición, al haber sido escogido el número 23 por los New York Knicks, que lo transfirieron a Minnesota Timberwolves. También fue el segundo jugador de baloncesto de Argentina en la historia en ser elegido en la primera ronda.
Sin embargo, Bolmaro seguirá al menos una temporada vistiendo la camiseta del Barcelona, como así confirmó a través de la página web del club español. “Es un honor y un privilegio haber sido elegido en el draft. Quiero decirle a la gente del Barça que me quedaré en Barcelona, que ya he tomado la decisión y que estoy muy contento y cómodo aquí. Daré el máximo para ganarme minutos y espacio en el equipo”, expresó Bolmaro, que juega en el club azulgrana desde hace tres temporadas.
En la historia de la NBA solo doce argentinos -de momento- han podido jugar en la mejor liga del baloncesto mundial, según los datos ofrecidos por la propia NBA.
Con Campazzo, la lista subirá esta temporada a trece. Pero, ¿quiénes han sido sus antecesores? El éxodo del 2000 abrió las puertas de Argentina a la NBA, donde el máximo referente ha sido Manu Ginóbili.
Uno de los pioneros. Jugó en la NBA del 2000 al 2003.
Al igual que Sánchez, fue uno de los primeros. Coincidieron las mismas temporadas en Estados Unidos.
Es la estrella indiscutible de Argentina en la NBA. Jugó allí dieciséis temporadas, de 2002 a su retirada en 2018 y siempre en los Spurs. Durante estos años consiguió cuatro campeonatos y dos presencias en el All-Stars.
El escolta, que aún sigue en activo, disputó ocho temporadas en la NBA, desde el año 2004 al 2013. Allí pasó por tres equipos: Pistons, Bucks y Rockets.
Otro de los jugadores de la Generación Dorada que jugó en la máxima liga estadounidense. ‘Chapu’ llegó a brillar en uno de esos equipos que siempre cuenta con estrellas: los Chicago Bulls. Cuatro temporadas y media jugó en Chicago (2002-2008), para luego recalar en los Kings y en los 76ers, donde acabó su andadura en la NBA en el año 2012.
El oro el Atenas 2004 también abrió las puertas de Oberto a la NBA, donde compartió equipo con Ginóbili en los Spurs, con los que logró el anillo de 2007. En 2011 se retiró en los Blazer, después de seis cursos en la NBA.
Tres temporadas fue el recorrido de Hermann en la NBA, desde 2006 hasta 2009.
El capitán de Argentina, que aún sigue en activo y que apunta a estar en Tokio 2020, es tras Ginóbili el segundo jugador argentino con más temporadas en la NBA (10), donde jugó desde 2007 hasta 2017.
El base llegó a ser el rookie más mayor de la NBA, donde hizo su debut con 35 años. De sus cuatro temporadas en la liga estadounidense, tres fueron de la mano de los Knicks.
Solo formó parte de la NBA un curso, el de 2016-2017, y lo hizo en los Spurs, donde coincidió con Ginóbili.
Durante dos temporadas demostró Brussino su talento en la NBA (2016-18), donde jugó para los Mavericks y para los Hacks.
Fue el último en recalar en la NBA, donde disputó cinco encuentros con los Magic en la temporada 2016-17.
