SANTO DOMINGO. La cancillería de Japón reconoció la trayectoria del maestro de las artes marciales y reputado profesional de la medicina Eduardo Mejía Jabid.
El homenaje al dominicano fue hecho por su permanente labor de promoción en el país de las artes marciales japonesas y de la propia cultura del Japón.
Dicho reconocimiento se uno similar que hace un año le tributara la Embajada de Japón en República Dominicana, lo que convierte al doctor Mejía Jabid en el único dominicano que ha recibido ambos homenajes.
Recibió la distinción en un acto celebrado en la Embajada del Japón y que presidió el honorable embajador del país asiático, Hiroyuki Makiuchi.
“Ser el primer y único dominicano reconocido en toda la historia de esta honorable embajada en el país y ahora por la cancillería de Japón, nos compromete aún más, a continuar trabajando con ahínco en la difusión de la cultura ancestral de esa gran nación, que a través de su pensamiento, filosofía y dedicación al trabajo, se ha convertido en un ejemplo de paz y prosperidad para todos los países del mundo” dijo Mejía Jabid.
Dijo que la distinción “que recibimos, es un gran honor que compartimos con todos aquellos y cada uno de los instructores y compañeros de nuestra escuela que durante decenas de años han venido colocando un granito de arena para que todo practicante de artes marciales japonesas, sobre todo esos niños de escasos recursos y de barrios marginados que hemos rescatado a través de nuestros dojos, hoy se hayan convertido en campeones centroamericanos, panamericanos, mundiales y profesionales que han alcanzado por medio de la práctica bushido, éxito en sus vidas y continúan siendo ente de masificación y difusión del código Samurai de lealtad, honestidad y moralidad, a los fines de lograr mejores hombres para nuestra sociedad y país”.
Mejía Jabid aseguró mostró su agradecimiento a todos los practicantes de artes marciales, “a los estudiantes de mi escuela de Karate Skif Shotokan que durante 48 años de práctica han recibido de mis manos el DO, que significa (caballerosidad, el camino hacia la perfección moral y espiritual ), a mis entrañables amigos y a mis hijos que siempre me acompañan en los momentos más importantes de mi vida y a todos aquellos que han partido hacia el dojo eterno y que desde lo alto, están compartiendo este momento de regocijo”.
Aprovechó además para elevar sus plegarias al altísimo por la paz y estabilidad de las naciones del mundo, y por la salud de su majestad Imperial Akihito, Emperador de Japón.