Con Canelo Alvarez se trata en los últimos tiempos del vaso lleno o medio vacío. De un lado se arremolinan aquellos que defienden a ultranza al campeón mexicano, enfrenta a quien enfrente, y del otro se agrupa quienes atacan su rechazo a enfrentar a mejores oponentes que sean capaces de medirse en otras condiciones a la “Cara del Boxeo’‘.
Quizá ya no sea la mejor versión de Alvarez, pero con lo que tiene le bastó para vencer el sábado en la noche por decisión unánime a un Edger Berlanga que derrochó coraje y valentía para suplir lo que le falta en habilidades e inteligencias sobre el ring de la T-Mobile Arena de Las Vegas.
“Lo he hecho bien’‘, proclamó Canelo luego de que le levantaran la mano triunfal en la celebración de la Independencia de México. “¿Y ahora qué van a decir? Dijeron que no peleo con boxeadores jóvenes. Siempre hablan, pero soy el mejor boxeador del mundo’‘.
Pero no se trata de enfrentar a los boxeadores jóvenes, sino a los mejores que los aficionados, o al menos una buena parte, se ha cansado de pedir como son los casos de David Benavidez y el cubano David Morell, quienes se marcharon a la división ligero pesada cansados de esperar por el tapatío.
Ciertamente, Berlanga no estaba al nivel de ninguno de los dos y en condiciones similares o ligeramente inferiores al rival anterior de Canelo, el también mexicano Jaime Munguía, por eso nadie esperaba una sorpresa de parte del puertorriqueño.
En el tercer round Canelo le propinó un conteo de protección a Berlanga y por momentos pareció que el final del combate estaba muy cerca, pero Alvarez no tuvo la capacidad para ir más allá de su tren de pelea y detener a su rival, quien vio en su supervivencia un mérito.
“Estoy disgustado porque, al fin y al cabo, soy un ganador’‘ declaró Berlanga. «Esta noche he luchado contra una leyenda y he dado lo mejor de mí para representar a Puerto Rico. Somos boxeadores y tratamos de desconcertar al rival. Sabía que podía aguantar sus golpes y devolvérselos. Podía haber pegado mucho más, pero estaba allí con una leyenda’‘.
El vaso medio lleno sugeriría que Canelo aún está en condiciones de dominar la categoría súper mediana por un buen tiempo, pero el medio vacío hace creer a los críticos que, al no poder noquear desde un buen tiempo, la historia sería diferente contra Morell o Benavidez.
Y como siempre sucede, la pregunta en el ambiente es qué viene para Canelo, que de pelea en pelea suele escenificar esta especie de feria en busca de oponente, una suerte de conteo regresivo entre mayo y septiembre que resulta una lotería -millonaria- para el escogido.
“Mi experiencia y mi talento marcaron la diferencia’‘,, afirmó Canelo. “Se trata de trabajo duro e inteligencia. Es todo junto. Si tienes talento, también necesitas disciplina. Las Vegas es como una segunda casa para los mexicanos. Somos guerreros y nunca nos rendimos. Voy a descansar y luego decidiré qué sigue’‘.
