Madrid. El COI encargará una auditoría independiente de las partidas que destina a sus tres grandes grupos de socios, las federaciones internacionales, los comités olímpicos nacionales y los comités organizadores de los Juegos, en dos apartados: el financiero y el de bueno gobierno.
“La intención es asegurarnos de que el dinero que viene del deporte vaya también al deporte”, afirmó este jueves el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, en una conferencia de prensa en Lausana (Suiza), al término de la reunión de la Comisión Ejecutiva del organismo.
La Ejecutiva aprobó por unanimidad una declaración sobre este asunto del buen gobierno, en respuesta “a las demandas de los organismos deportivos que se sienten afectados por los incidentes ocurridos en algunas organizaciones y que temen que su reputación se vea afectada por la generalización”.
Thomas Bach espera “con suerte” que esas auditorías “no encuentren demasiado”.
El COI ha manifestado en los últimos meses su preocupación por los escándalos que han afectado a federaciones como la IAAF o la FIFA y saluda las reformas emprendidas para recuperar la senda de la normalidad.
Bach se refirió en particular al probable límite de mandatos que aprobará la FIFA, una medida de la que se mostró totalmente partidario “desde un punto de vista personal”.
Preguntado por la coincidencia de varios miembros latinoamericanos entre los afectados por el escándalo de la FIFA, el presidente del COI subrayó que no estaba “dispuesto a lanzar sospechas sobre un país, una región o una organización” sin pruebas que las sustenten.
La declaración de la Ejecutiva del COI también dedica un apartado a la protección del deportista limpio, en el que reitera su intención de que el sistema antidopaje en su conjunto sea independiente de los organismos deportivos. Los Juegos Olímpicos de invierno en PyeongChang en 2018 es el plazo marcado para que esté en marcha el nuevo modelo.
Según explicó Bach, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) guiará la implantación del futuro sistema de controles y de gestión de resultados y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) se encargará de las sanciones.
El COI confía en que los gobiernos, que financian y son el 50 % de AMA, respalden estos cambios “tanto logística como financieramente”.
Respecto a la participación de los atletas de los países afectados por sospechas de dopaje, como Rusia y Kenia, en los Juegos Olímpicos de Río, Bach señaló que “no se trata de ser optimista o no al respecto, sino de cumplan con los requisitos”.
El COI pide a los países que no cumplen con el código antidopaje en su totalidad (Andorra, Argentina, Bolivia, Israel, Rusia y Ucrania) y a aquellos advertidos de incumplimientos menores o formales (Bélgica, Brasil, Francia, Grecia, México y España) que tomen medidas “con la máxima prioridad” para adaptarse a la normativa antidopaje antes del plazo del 18 de marzo de 2016. EFE