Tokio. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha urgido a Tokio 2020 a que solucione para julio el problema de financiación del nuevo estadio olímpico, que mantiene enfrentados a los gobiernos central y local sobre sus respectivas aportaciones.
El recién nombrado ministro a cargo de los JJOO de 2020, Toshiaki Endo, dijo hoy en rueda de prensa que el presidente del COI, Thomas Bach, hizo personalmente la petición al comité organizador para que todo el plan quede detallado antes de una reunión del COI programada para final de julio.
El Gobierno nipón y el comité organizador confirmaron ayer los planes de construcción del nuevo y polémico estadio olímpico, cuyo coste original se ha duplicado y se estima ahora en unos 252.000 millones de yenes (1.840 millones de euros/2.060 millones de dólares).
Sin embargo, aún queda por decidir qué volumen del coste total será aportado por el Gobierno metropolitano de Tokio.
El ministro de deportes, Hakubun Shimomura, solicitó en su momento a Tokio unos 50.000 millones de yenes (365 millones de euros/408 millones dólares), cifra que el gobernador de la capital nipona, Yoichi Masuzoe, tachó de desorbitada.
Además, Masuzoe acusó abiertamente a Shimomura de “desleal” por acudir al primer ministro nipón, Shinzo Abe, para que este presionara al Gobierno de Tokio en este sentido.
“Queremos solucionar este problema lo antes posible”, aseguró hoy Endo en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Las autoridades niponas y el comité organizador de Tokio 2020 han acabado por adoptar para el estadio el diseño de la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, que ganó el concurso para sustituir al ya demolido estadio olímpico que se levantó para los JJOO de 1964.
El polémico proyecto, ha sido criticado por su magnitud y su diseño -el cual algunos arquitectos de prestigio han considerado incompatible con el entorno de la zona donde se ubica el estadio- y su precio.
El propio Shimomura ha dicho que la intención del Gobierno central es recolectar “hasta 20.000 millones de yenes (146 millones de euros/162 millones de dólares)” en patrocinios y donaciones del sector privado e incluso sugirió la posibilidad de vender los derechos para nombrar el estadio.
También ha comentado la posibilidad de ceder su gestión al sector privado tras los Juegos de 2020.