Conor McGregor (Dublin, 1988) nunca ha sido ajeno a la polémica. Una estrella dentro del octógono de la UFC y un personaje mediático hasta el extremo fuera de él. Para lo bueno y para lo malo. Por su peculiar personalidad, demasiadas veces para lo malo. Los escándalos han perseguido al luchador de artes marciales mixtas (MMA) en repetidas ocasiones. Los rumores también. Y precisamente uno de ellos está poniendo en entredicho su cada vez más cercano retorno a la jaula. Su imponente metamorfosis física impresiona sólo con ver una foto de ‘The Notorious’ hace unos años y ahora… y alguno habla ya de uso de sustancias dopantes.
“Se le ve súper fuerte. La USADA (Agencia Antidopaje de Estados Unidos) le va a visitar muy pronto. Sinceramente, es una fotografía extraña. Está hinchado, pero podría ser porque se encontrase en medio de una sesión de levantamiento de pesas. Es un poco engañoso”. Estas palabras salieron recientemente de la boca de Joe Rogan, comentarista de la UFC y uno de los podcasters más importantes de Estados Unidos. Aunque hiciese hincapié en lo curioso de la imagen, ya había tirado la piedra del dopaje.
Lo que está claro es que la USADA mirará con lupa a McGregor en el momento que el peleador ponga una fecha a su retorno a la acción, sobre todo teniendo en cuenta que su última pelea acabó de una forma muy abrupta, con una fractura de tibia y peroné después de la que ningún luchador ha vuelto a ser el mismo. Motivo más que suficiente para que un cambio físico como el de Conor levante ciertas sospechas.
El propio McGregor ha reconocido públicamente que su peso actual rondará las 190 libras (86.1 kilos), mientras que su categoría de peso son las 155 (70.3) y su objetivo es enfrentarse al campeón de dicha división Charles Oliveira. Dana White, presidente de la UFC, aseguró que la vuelta de ‘The Notorious’ podría darse en verano de este 2022, y algunos expertos en la materia aseguran que la USADA ha tomado nota.
La masa muscular que ha ganado McGregor es, cuanto menos, llamativa. El correspondiente corte de peso que debería llevar a cabo para enfrentarse a Oliveira (o cualquier otro peleador de esa división) se antoja complicado y lleva a entornar los ojos a cualquiera, en gesto de suspicacia.
La entrada de la USADA como órgano antidopaje de la UFC significó un paso adelante importante en la lucha contra el uso de sustancias ilegales. Más de alguno recordará el cambio físico de toda una leyenda (en entredicho) como Vitor Belfort, que pasó de tener una musculatura esculpida y envidiable a mostrarse como el más común de los mortales. Los más maliciosos apuntaban a que había dejado de tomar ciertas ‘chuches’ para evitar dar positivo ante los nuevos controles. Lo mismo sucedió con otros grandes nombres de las MMA como Junior Do Santos, Alistair Overeem o Jhony Hendricks.
Todos y cada uno de los luchadores de la UFC están sometidos a la misma política antidoping. A lo largo de todo 2021, un total de 744 peleadores de la compañía fueron testados por la USADA. Una cifra que aumenta en 24 la firmada el año anterior. Dicho de otro modo, la agencia antidopaje está más encima que nunca de la UFC, y si no que se lo pregunten a Misha Cirkunov, que fue el miembro de la empresa que recibió más visitas de los ‘vampiros’ con 27. Todo esto sin que exista posibilidad alguna de eludir estos controles.
Todos los luchadores de la UFC están obligados a notificar a la USADA dónde van a encontrarse en un plazo de tres meses vista y además acceder en todo momento y a cualquier hora del día o la noche a recibir al comisario de turno que quiera una muestra de orina. Una práctica totalmente invasiva, teniendo en cuenta que dichas visitas sueles darse a altas horas de la madrugada y siempre por sorpresa. “Peor es entrenar durante meses para una pelea y que te derrote un luchador tramposo. Mucho peor”, dice Travis Tygart, mandamás de la agencia.
Ya en 2020, McGregor montó en cólera cuando la USADA se presentó en su yate para someterle a un control, pese a que el luchador había anunciado públicamente su retirada (nunca oficializada, todo sea dicho). Algo a lo que más le vale haberse acostumbrado ahora que va a estar bajo un seguimiento que irá en aumento a medida que se acerque su próxima pelea. Más aún si personalidades tan importantes dentro del mundo de las MMA como Joe Rogan se dedican a ir tirando piedras de vez en cuando.