SAN DIEGO.- Nelson Cruz afirma que su bateo en la pretemporada de Grandes Ligas no han sido de mucha calidad, pero un promedio de por vida de .276 y un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .887 en las ligas del Cactus y de la Toronja no se ven tan mal.
Ahora bien, en los últimos dos Clásicos Mundiales de Béisbol, el toletero ha subido su nivel durante el mes de marzo vistiendo el uniforme de la República Dominicana. En la edición del 2017, Cruz lleva tres jonrones en cinco partidos-incluyendo bambinazos a la banda contraria en juegos consecutivos esta semana en el Grupo F del Petco Park, un paraíso de lanzadores con el aire bien pesado de noche.
Según el estelar de los Marineros de Seattle, la motivación del Clásico es el ímpetu para tener su swing tan afinado a esta altura de la primavera.
“Cuando se anuncia que el Clásico viene, todo el mundo se prepara con anterioridad”, dijo Cruz, de 36 años. “La preparación que uno tiene y la motivación que uno como jugador puede sentir en este tipo de eventos eleva su juego. Creo que eso es lo que está sucediendo”.
En lo que va de la edición del 2017, Cruz lleva de 17-4 (.294) con porcentaje de embasarse de .400 y slugging de .882, además de sus tres cuadrangulares y cinco empujadas. En el torneo del 2013, impulsó seis anotaciones en las ocho victorias del campeón invicto.
El sábado pasado en el partido contra los Estados Unidos, Cruz dio un vuelacercas que debe inscribirse como uno de los batazos más importantes en la historia del béisbol dominicano a nivel internacional, un jonrón frente a Andrew Miller que volteó el marcador y le dio la ventaja definitiva a los quisqueyanos en un juego crucial del Grupo C en Miami.
“Uno siempre anhela este tipo de situaciones; es lo que uno hace”, expresó Cruz al hablar de la importancia de sus estacazos en el Clásico del 2017.
Líder del equipo dominicano en cuadrangulares hasta ahora y empatado con José Bautista y Welington Castillo por el liderato en empujadas, el veterano de 12 años en Grandes Ligas luce como un bateador en su mejor forma en medio de una temporada.
“Normalmente, mis Spring Trainings no son tan buenos, pero se trata de un juego importante y uno trata también de subir su nivel”, dijo. “La emoción que uno vive y cómo uno juega como dominicano y como fanático hacen que las cosas se vean más fáciles”.