(Reuters). El actual campeón del Masters de París, Novak Djokovic, venció el sábado a Stefanos Tsitsipas en un partido épico de tres sets y disputará el título ante Holger Rune, que alcanzó su primera final de un Masters 1000 de la ATP tras una cómoda victoria sobre Felix Auger-Aliassime.
Djokovic ganó su octavo partido consecutivo contra Tsitsipas, pero necesitó más de dos horas para sellar una victoria por 6-2, 3-6 y 7-6(4), manteniendo viva una racha de 13 partidos sin perder, así como sus esperanzas de conseguir un séptimo título en París.
El serbio tuvo un comienzo fulgurante y estuvo casi impecable al llevarse el primer set en 31 minutos, pero cedió un set por primera vez esta semana después de que Tsitsipas remontó de forma soberbia en el segundo para forzar el decisivo.
El impulso cambió de nuevo en el tercer set, con un letal servicio de Djokovic, pero el serbió sufrió un mini-break en el tiebreak antes de ganar los últimos cuatro puntos del partido.
“Es muy dulce, obviamente, cuando ganas partidos como éste contra uno de los mejores jugadores del mundo”, dijo Djokovic, que logró 11 aces y ganó el 84% de los puntos con su primer servicio.
“Merecidamente, los dos entramos en una batalla igualada hasta el último punto, hasta el último tiro. Algunos puntos increíbles hacia el final. Estoy muy contento de haber superado este reto”.
En una batalla entre dos de los jugadores más en forma del Tour, el danés Rune, número 18 del mundo, puso fin de forma convincente a la racha de 16 victorias de Auger-Aliassime con un 6-4 y 6-2, y consiguió su cuarta victoria contra un top 10 igual cantidad de días.
Ambos jugadores competían por un puesto en su cuarta final consecutiva, pero el canadiense Auger-Aliassime, que ganó los títulos ATP de Florencia, Amberes y Basilea, no pudo igualar la intensidad de Rune y tuvo problemas para alcanzar el nivel que había mostrado durante su racha de imbatibilidad.
Rune ganó el 86% de sus puntos con el primer servicio y no se enfrentó a ningún punto de quiebre en una contundente victoria en 88 minutos.
“Hoy ha sido un partido increíble por mi parte”, dijo Rune. “Me he ceñido al plan de juego durante todo el partido y he aprovechado todas las oportunidades que he tenido”.
“Poner a Félix bajo presión, de eso se trataba mi plan de juego, y lo conseguí casi a la perfección. Estoy muy orgulloso de cómo he manejado todo”.