La Fórmula 1 es un espectáculo seductor que combina velocidad, glamour, adrenalina, éxito, competencia representados por los pilotos que compiten en el serial, pero también tiene héroes anónimos: los mecánicos que soportan grandes presiones y realizan trabajos exhaustivos que no se aprecian a simple vista, pero son esenciales.
Los mecánicos se encargan de descargar las 800 toneladas de equipo en cada Gran Premio y ante una descompostura en los ensayos libres o en las pruebas de clasificación, los mecánicos deben trabajar en ocasiones la noche entera para tener un auto a punto. Las condiciones de trabajo de ellos han sido reveladas en Motorsport y Autosport con un testimonio anónimo.
“Las horas de trabajo son muchas. Desde el miércoles anterior a la carrera hasta el domingo por la noche, son jornadas de un mínimo de 12 horas. No te das cuenta de lo que cuesta hasta que regresas a la fábrica y haces un día normal de ocho horas, que se vuelve casi cómica de lo corta que te parece”, comentó el entrevistado. “Los mecánicos tienen que ensamblar el coche, después ir por la caja de cambios, la suspensión, etcétera, a veces no hay ni media hora para comer, sientes que tienes que engullir la comida para volver al trabajo. Eso hace que algunos tengamos la sensación de que si ocurre un problema mental, y conozco a compañeros que les ha pasado, no hay ningún apoyo adicional para nosotros, nadie va a ayudarnos”.
El desgaste físico y mental es enorme: “Lo que lo hace especialmente duro es que es implacable, sin tiempo de recuperación. Trabajas desde el momento en el que te bajas del avión, y puede pasar que tu viaje haya sido horrible, en clase turista con poco espacio y sin dormir nada”.
Los mecánicos de Fórmula 1 no sólo soportan vuelos en clase turista sino también los cambios de horarios. “Cuando llega el cansancio, es horrible, horrible. Cuando estás de viaje y lejos de tus seres queridos, puedes sentirte muy solo. Después, cuando regresas a casa un lunes por la mañana o por la noche y no has dormido bien esos días, te afecta a cómo te sientes en tu tiempo libre. Esto significa que tus relaciones (personales) pueden verse afectadas, ya sea porque has tenido discusiones con tus compañeros o porque tienes otras cosas en la cabeza”.
El gran esfuerzo físico que despliegan los mecánicos les ocasiona también lesiones: “No sólo estás cansado mentalmente, también lo estás físicamente. A medida que avanza la temporada, se producen muchísimas lesiones. Los equipos tienen médicos y fisioterapeutas para ayudar a cuidarte, pero la solución más fácil es tomar analgésicos para seguir. Es imposible que un médico normal te dé lo mismo que nos dan a nosotros para continuar trabajando. Los que no quieren seguir el camino de los analgésicos, recurren al alcohol, y eso no es bueno”.
Además de estar concentrados plenamente para evitar todas las fallas que sean posibles -por ejemplo los vertiginosos cambios de neumáticos-, los mecánicos de la Fórmula 1 cargan con las expectativas de los pilotos. “Eso aumenta el estrés, los pilotos y el personal de la fábrica confían en que rendirás al 100% y que no tendrás errores, pero cualquiera puede cometerlos. Somos humanos, y yo he hecho muchos en mi vida… empiezas a dudar de ti mismo, te desconcierta y hace que puedas cometer más errores porque te estresas, es un cansancio mental. La presión sumada a la fatiga por el número de las carreras ha hecho que lleguemos a un punto en el que el ambiente en los garajes puede ser muy tóxico”.