LA HABANA. Tófilo Stevenson, el legendario boxeador cubano que se consagró campeón en tres Juegos Olímpicos, falleció el lunes de una cardiopatía isquémica, informó una nota oficial. Tenía 60 años.
“El hombre que vinculó maestría atlética, infinita modestia y fidelidad absoluta a la Revolución, al comandante en jefe Fidel Castro y su pueblo, dejó de existir”, informó la nota leída en el noticiero de la televisión cubana.
Stevenson fue considerado por muchos como el mejor boxeador aficionado en la historia. Se adjudicó la medalla olímpica de oro en la división del peso completo en los Juegos de Munich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980, y también ganó tres títulos mundiales amateur.
“Querido por varias generaciones de compatriotas, que aplaudieron sus triunfos y admiraron la sencillez con que jamás les traicionó, deja más allá de la gloria conquistada sobre los cuadriláteros, el ejemplo que generan quienes nunca dan la espalda a sus raíces”, señaló la información.
“Es una pérdida para mí, para el boxeo cubano y para el mundo, era una gran persona, corazón como el de Teofilo no había ninguno, tenía de sobra” recalcó Félix Savón, quien también se coronó tres veces campeón olímpico en 1992, 1996 y 2000.
Con llanto en la voz, Savón agregó “él siempre fue un guía para mí, el ejemplo vivo en el boxeo”.
“Me decía que sin disciplina no hay resultados. Me inculcó el tesón, el patriotismo, fue el guía que me sirvió en toda mi carrera”, añadió.
Savón recordó como Stevenson, quien era vicepresidente de la Federación Cubana de Boxeo, asistió la semana pasada al torneo Córdova Cardín disputado en la capital cubana.
“Sabíamos que había tenido problemas de salud, problemas en el corazón, pero se veía fuerte”, indicó Savón.
“Pérdida irreparable”, título Jit, la publicación digital del deporte cubano. “Falleció el gran campeón”, anunció en su portada la Agencia Cubana de Noticias.
“Su patriotismo quedó demostrado más de una vez cuando dejo boquiabiertos a mercaderes que trataron de comprarle con cifras millonarias”, agregó la nota oficial retomada por la mayoría de las publicaciones cubanas.
Y citó al propio Stevenson cuando afirmó en 1972 después de su primera victoria en Juegos Olímpicos, “no cambiaría un pedazo de la tierra de Cuba por todo el dinero que podrían darme”.
Stevenson estaba casado con Fraymari, una abogada que trabaja también para el Instituto Cubano de Deportes. Con ella tuvo un hijo, David, 17 años. De su primer matriomoni, tiene una hija, Heles, de 27 años.
Los preparativos del sepelio todavía no han sido fijados a la espera de la llegada a La Habana de varios de los familiares.
Tras su retiro en 1988, Stevensón se integró a la Federación Cubana de boxeo, de la cual era vicepresidente en la actualidad. Siempre se mantuvo ligado a su deporte, aunque no trabajó como entrenador.
En enero pasado Stevenson estuvo hospitalizado por 15 días por un problema cardiaco.
En aquel entonces comentó a la AP, “me llamaron de toda Cuba, de varios lugares del mundo y hasta de Miami. ¡Imagínate, ya me habían matado!”. Además aseguró que se encontraba bien y que seguía una tratamiento médico con ejercicio para atender su padecimiento.
Stevenson era uno de los deportistas más carismáticos y más queridos de la isla, asistiendo a diversas competencias deportivas.
Stevenson mantuvo una gran amistad con el legendario boxeador estadunidense Muhammad Alí que lo visitó en varias oportunidades en la isla. El cubano también fue a Estados Unidos invitado por Alí.
Precisamente cuando regresó de uno de esos viajes, en 1999, Stevenson tuvo un altercado en el aeropuerto de Miamia con un empleado. De acuerdo al boxeador, esa persona se le acercó para insultar al régimen cubano.
Cuando se le preguntaba a Stevenson cual hubiera sido el resultado de un combate entre él y Alí, con una amplia sonrisa en el rostro, el cubano siempre respondía, “hubiera sido tabla”.