Nueva York. (EFE). La organización Human Rights Watch (HRW) pidió hoy al Comité Olímpico Internacional (COI) que prohíba la participación de los atletas afganos en competiciones internacionales mientras los talibanes que gobiernan el país sigan prohibiendo a las mujeres la práctica del deporte.
“Desde que los talibanes tomaron (el poder en) Afganistán, a miles de mujeres y niñas se les ha negado el derecho a practicar deportes y las oportunidades de educación, las becas y el derecho a lograr el más alto nivel posible de salud física y mental que brinda la participación en el deporte”, dijo la directora de iniciativas globales de HRW, Minky Worden, citado en un comunicado.
La petición de la ONG coincide con la reunión del comité ejecutivo del COI que comienza hoy en Suiza.
“El COI no debería tardar ni un día más en eliminar a los talibanes del movimiento olímpico, en despojarlos de su estatus y detener la financiación que proporciona el COI”, subrayó Worden.
HRW recuerda que en octubre de 1999 el COI suspendió al comité olímpico afgano hasta 2003, por la prohibición de que las mujeres pudieran competir en los deportes, que fue impuesta también por los talibanes, que gobernaron el país hasta la invasión estadounidense de 2001.
La organización asegura que tras el regreso de los talibanes al poder, en agosto de 2021, las atletas han denunciado el cierre de los centros de entrenamiento y amenazas violentas a las que se nieguen a respetar esa prohibición.
“Como resultado, algunas mujeres y niñas atletas afganas se escondieron y trataron de destruir las pruebas de sus vínculos con el deporte, incluidas medallas y equipos deportivos. Muchas atletas permanecen en Afganistán, incapaces de entrenar y practicar sus deportes de manera segura”, subraya HRW.
Además, denuncia que en los primero 16 meses de gobierno talibán, cientos de atletas afganas huyeron del país, tanto por amenazas como por el temor a represalias por haber participado en los equipos nacionales.
HRW también sostiene que el COI mantiene conversaciones con los responsables talibanes y otorga fondos al comité olímpico afgano para ayudar a 2.000 atletas en el país. Sin embargo, denuncia que “no hay pruebas” de que estos fondos hayan llegado a sus destinatarios, tanto hombres como mujeres.