INSIDE THE GAMES.– El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha intentado nuevamente presionar para que la Copa del Mundo masculina pase a un formato bienal, afirmando que los estudios han demostrado que celebrar el torneo cada dos años “funcionaría” y llevaría a que los partidos internacionales tuvieran un “mayor impacto”.
Infantino ha estado presionando para que el evento insignia del fútbol cambie de su ciclo tradicional de cuatro años en los últimos meses, a pesar de la oposición de organizaciones como la UEFA y el Comité Olímpico Internacional (COI).
Después de un período tranquilo en el que el apoyo al cambio dramático parecía haber disminuido, la FIFA afirmó en una cumbre mundial el mes pasado que una Copa del Mundo bienal generaría $ 4.4 mil millones adicionales (£ 3.2 mil millones / € 3.9 mil millones) en ingresos.
Infantino dijo a la estación de radio italiana Radio Anch’io que los estudios sobre la idea, que ha provocado una reacción furiosa de varias figuras clave dentro del fútbol mundial, habían mostrado los beneficios del plan.
“Las presunciones son claras: el 88 por ciento de los países, incluida la mayoría de los de Europa, han solicitado el estudio y el estudio nos dice que desde un punto de vista deportivo, un Mundial cada dos años funcionaría”, dijo. .
“Habría menos partidos internacionales pero con mayor impacto”.
El presidente de la FIFA también reiteró que el posible cambio en el calendario de la Copa del Mundo también podría hacer que el Campeonato de Europa de la UEFA se celebre cada dos años, una sugerencia planteada por primera vez en la propuesta inicial encabezada por el jefe de desarrollo del fútbol mundial de la FIFA, Arsène Wenger, el año pasado.
“Los Euros también se realizarían cada dos años”, añadió Infantino.
“En Europa hay resistencia porque hay una Copa del Mundo cada semana con las ligas y los mejores jugadores del mundo, pero ese no es el caso del resto del mundo, es un mes al año y tenemos que encontrar una forma de incluir verdaderamente al mundo entero en el fútbol “.
La UEFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol habían amenazado con boicotear la Copa del Mundo si el plan se llevaba a cabo.
La propuesta también ha atraído la ira del COI y otros organismos deportivos olímpicos, aunque Infantino prometió involucrar al Movimiento en cualquier discusión futura.
