SAN LUIS (AP) — Brooks Koepka nunca había escuchado un clamor de tal magnitud, y sabía exactamente qué significaba.
Se tornaba más intenso en cada birdie de Tiger Woods que lo acercaba a la punta el domingo en el Campeonato de la PGA, y Koepka podía sentir la onda expansiva del ruido. Primero, en el momento exacto. Segundos después, otro estallido de gritos de quienes veían las acciones por televisión en sus chalés. Luego, gritos distantes desde cada rincón del Bellerive cuando la puntuación era dada a conocer.
“Sabíamos lo que estaba sucediendo”, dijo. “Es bastante obvio cuando Tiger hace un birdie. Todos en el campo de golf lo aclaman”.
Koepka sabía también exactamente lo que debía hacer.
En medio del incesante pandemonio, Koepka logró tres birdies seguidos en los primeros nueve hoyos y tomar el control. Cuando se hallaba empatado con Adam Scott luego de 14 hoyos, y con Woods un tiro detrás, Koepka metió birdies sucesivos.
El último fue un láser de 227 metros con un 4-iron que se quedó a 1,83 metros (seis pies), dándole un cierre de ensueño a un año que inició con el oriundo de Florida de 28 años preguntándose si una lesión de muñeca que lo mantuvo alejado por cuatro meses le permitiría competir nuevamente.
“Ese probablemente será recordado como uno de los mejores tiros que he logrado bajo presión”, indicó.
Cerró con una tarjeta de 66 golpes, cuatro bajo par, para superar por dos tiros a Woods y formar parte de la elite del golf. Koepka se convirtió en el quinto jugador en ganar el U.S. Open y el Campeonato de la PGA en un mismo año, uniéndose a Woods, Jack Nicklaus, Ben Hogan y Gene Sarazen.
Será imposible pasarlo por alto ahora, no ahora que agrega el Trofeo Wanamaker a sus títulos consecutivos en el U.S. Open. Koepka ganó dos de los tres majors en que compitió este año, y tres de sus últimos seis. Nadie, desde que Woods ganara cuatro títulos en fila en el Masters de 2001, había conquistado majors a un ritmo tan alarmante.
Woods parece más cerca que nunca de coronar su regreso de cuatro cirugías de espalda con otra victoria en un major.
Incluso con dos bogeys, Woods firmó tarjeta de 64 golpes, su mejor ronda final en un major. Acabó con 266, superando por tres golpes su major actuación en un major, una actuación de 72 tiros.
En este major, no fue suficiente.
Koepka también se sumó a Jordan Spieth, Woods, Nicklaus y Tom Watson como los únicos jugadores desde la Segunda Guerra Mundial en triunfar en tres majors antes de cumplir 30 años.
“Tres majors a los 28 _es una gran sensación”, dijo Koepka, que hace un lustro se abría paso en las ligas menores de Europa.