LISTÍN DIARIO, SANTO DOMINGO.- “La vida es bonita, pero no la sabemos vivir”. La frase podría ser de un gran intelectual, pero se desprende del genio del más reciente anunciado próximo inmortal del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Es el mismo chico que con 18 años estaba trabajando mecánica en el año de 1974 cuando Carlos Mondesert, interesado en formar un equipo de baloncesto en el sector de Mirador Sur, se interesó por su estatura.
El mismo que rivalizó en los años de las décadas de 1980 y 1990 con los mejores jugadores de la llamada Epoca de Oro del baloncesto dominicano.
El mismo de las mil y una anécdotas. No es otro que Víctor Chacón.
“Estoy muy emocionado. Había sabido algo a través de las redes antes de que me llamarán. Creo que debió ser antes, pero el tiempo de Dios es perfecto”, expresa el exjugador de la posición centro con 6-10 de estatura.
A pesar de que nunca antes de 1974 había colocado sus manos en una pelota de baloncesto ya para el 1977 integraba la selección nacional de mayores con apenas 20 años y con la suerte de ganar la medalla de oro en el Centrobasket celebrado en Panamá.
“Empecé con los Delfines de Mirador con los entrenadores Humberto Rodríguez y Faisal Abel. También aprendí mucho con Osiris Duquela y Fernando Teruel. Leandro de la Cruz también puso mucho énfasis en mí, aunque a veces teníamos nuestras diferencias”, añade.
El nativo del sector de Bameso en Santo Domingo recuerda que en los primeros días no ponía demasiado atención, pero que al darse cuenta de que alguien estaba invirtiendo en él decidió ponerle todo el empeño necesario.
“Cuando se disponía muy pocos podían soportarlo”, dice Evaristo Pérez, rival y compañero en la selección dominicana. “Cuando deseaba y se encontraba con jugadores de gran nivel su juego se intensificaba”, agregó.
Chacón, en ese sentido, explica que cuando el partido estaba en la línea sí se justificaba ponerle un extra, pero que cuando el marcador estaba muy desequilibrado o el juego estaba decidido ya no valía la pena.
“Para mí el mejor centro de la República Dominicana. Sabía postear, buen pasador, buena ofensiva, buen tiro del área, muy difícil de defender con excelentes amagues. El mejor defensor de los jugadores de su posición de toda el área panamericana de su generación”, dice Pedro Leandro Rodríguez.
Cita a Felipe Payano (El Jay) y a Iván Mieses como los dos compañeros con los que mejor se sintió en la cancha ya que sabía que cuando les pasaba el balón a ellos casi siempre eran puntos seguros.
“Era un baloncesto diferente. Los centros solo estábamos para defender, rebotar y pasar la pelota. No se salía de debajo del canasto. Ahora hasta bajan la pelota y tiran de tres puntos”, dice Chacón.
Recuerda que en esa época se jugaba un baloncesto de sistemas y fundamentos, pero que ahora los jugadores son más veloces y atacan más el aro.
Desde mediados de los años de 1990, Chacón se ha dedicado a la venta de repuestos y lubricantes para dar seguimiento a la labor que ejercía cuando se tropezó con el baloncesto y su vida cambió para siempre.
En la selección
Estuvo en 11 oportunidades defendiendo la camiseta criolla en certámenes internacionales: dos veces en el Centrobasket, 4 veces en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, dos Juegos Panamericanos y del Caribe, dos Preolímpicos y un Premundial.
Su mejor actuación individual se produjo en el 1990 durante los Centroamericanos y del Caribe celebrados en México cuando lideró al equipo en total de puntos, incluyendo los 25 que coló en el partido ante Puerto Rico.”, resaltó Zapata.
PERFIL
Basket Distrital
Su carrera abarcó 21 torneos con Astros, Arroyo Hondo, Fénix, Mauricio Báez y San Lázaro. Fue parte de cuatro equipos campeones.
Es sexto en puntos (3,285), tercero en rebotes (1,577) y cuarto en bloqueos (193). Sus medias fueron de 11.7 tantos y 5.6 rebotes en 281 partidos.
Uno de ocho con un partido de al menos 45 puntos. Su mejor año 1978: 21.0 ppj, 10.4 rpj y 58% de acierto.