ORLANDO, Florida.- Tigres del Licey aumentó su cosecha récord de títulos, pero no pudo cortar la actual mala racha de República Dominicana en la Serie del Caribe; Adam Jones sepultó las aspiraciones de repetir corona a los reyes del Caribe en el Clásico Mundial; un chiquito apodado “Sopita” fue tendencia internacional en agosto y un voraz incendio consumió el mítico “Séptimo Cielo” del viejo Estadio Quisqueya de Santo Domingo, durante un 2017 agridulce para el béisbol quisqueyano.
Licey, el rey absoluto de la pelota invernal caribeña, venció a su gran rival Aguilas Cibaeñas en el noveno y decisivo encuentro de la final de la liga dominicana, en enero, para abjudicarse su corona #22 y sacar ventaja de dos a los aguiluchos en la lista de todos los tiempos. El joven torpedero Sergio Alcantara, un mago defensivo, bateó .400 con tres extrabases y cinco carreras impulsadas para ser nombrado el Jugador Más Valioso de la final.
Sin embargo, Licey, que con 10 títulos de Serie del Caribe es el más ganador de la la historia de casi siete décadas del campeonato, perdió sus cuatro encuentros en el estadio Tomateros de Culiacán, en febrero, para extender a 10 la cadena de reveses de los equipos de República Dominicana en el clásico caribeño, que en esta ocasión fue conquistado por los Criollos de Caguas de Puerto Rico.
Como cada cuatro años desde el 2006, la mayor atención de los dominicanos fue dedicada al Clásico Mundial de Béisbol, el mayor evento de selecciones nacionales que ha tenido el juego de pelota en su historia debido a la participación de los mejores peloteros activos, incluyendo los de las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Los Reyes del Caribe comenzaron la defensa del título obtenido en el 2013, jugando en el Marlins Park de Miami, al que convirtieron por cuatro días en una extensión del bitercio insular antillano.
Dominicana inició la fase inaugural venciendo cómodamente a Canadá, anotó cuatro carreras en la octava entrada para completar un extraordinario regreso y derrotar 7-5 a Estados Unidos y luego marcó siete vueltas en el episodio 11 ante una terca y dura Colombia para avanzar invicta (3-0) a la segunda ronda y extender a 11 su cadena triunfal en el campeonato.
Casi 102 mil fanáticos asistieron a los tres partidos de Dominicana, incluyendo un récord para el Marlins Park de 37,446 al choque del 11 de marzo contra Estados Unidos, la mayoría seguidores dominicanos con banderas, instrumentos musicales y objetos alusivos al pequeño país caribeño.
En la segunda ronda, en el Petco Park de San Diego, República Dominicana y Estados Unidos se jugaron el avance a las semifinales de Dodger Stadium de Los Angeles en un partidazo el 18 de marzo. Fue la oportunidad del desquite para el gran jardinero central Adam Jones contra los dominicanos, que fueron liderados por su compañero de los Orioles de Baltimore, el torpedero y antesalista Manny Machado.
Los norteamericanos ganaban 4-2 en la séptima entrada, cuando Machado inició las acciones despachando un batazo de 396 pies por el jardín central. Jones corrió al lado derecho y con un salto felino, metió su guante a las gradas y robó un potencial cuadrangular a Machado y calmó las cosas para evitar otro colapso como el de Miami en la primera ronda, cuando los quisqueyanos borraron un déficit 0-5 para salir vencedores.
Estados Unidos ganó el juego 6-3 ante 43,002 aficionados para avanzar a semifinales y eliminar a los campeones. Jones se fue en blanco en ese encuentro, pero su jugada fue la mejor de todo el Clásico Mundial y facilitó que la selección de las barras y las estrellas llegara a su primera final, donde aplastó a Puerto Rico para atrapar su primer título.
En la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, Japón conquistó su cuarta corona, venciendo 12-2 a Lufkin, Texas (Southwest), en la final, pero fue un chiquillo dominicano el que se robó la mayor atención de los medios de comunicación en Wlliamsport, Pennsylvania: Edward “Sopita” Uceta.
Uceta, de 4’8″ de estatura y 11 años de edad fue el alma de los Bravos de Pontezuela, un equipo de Santiago, República Dominicana, que avanzó por segunda vez en tres años a la Serie Mundial de Pequeñas Ligas como representante del Caribe.
Jugando como receptor, segunda base y lanzador e incluso en los días posteriores a que República Dominicana fuera eliminada por Venezuela (Latinoamerica) “Sopita” era entrevistado con regularidad por los medios norteamericanos con la ayuda de un traductor. La foto del venezolano Omar Romero consolando a Uceta tras el final del choque entre Dominicana y Venezuela se hizo viral en las redes sociales.
Entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre, se celebró en Panamá la primera edición del Campeonato Panamericano Sub-23, clasificatorio a la Copa Mundial de Béisbol Sub-23 de la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC) del 2018. Un seleccionado dominicano compuesto por prospectos profesionales perdió el partido por el tercer lugar ante Puerto Rico, pero logró el objetivo de avanzar al mundial.
Venezuela, México y Puerto Rico también clasificaron, mientras que sorpresivamente Cuba quedó fuera, al igual que Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Honduras, Panamá y Perú.
El 2017 terminó con una nota triste para el béisbol dominicano. Un voraz incendio consumió el famoso palco de prensa del “Séptimo Cielo” (que en realidad estaba ubicado en el quinto piso) del estadio Quisqueya Juan Marichal de Santo Domingo, la histórica casa de Licey y Leones del Escogido de la liga dominicana de béisbol invernal.
El incendio provocó que fueran cancelados los últimos partidos del año correspondiente al todos contra todos semifinal de la liga, que planea reiniciar el uso del antiguo parque en la primera semana del 2018. Un arreglo definitivo del área no se realizará hasta después que concluya el campeonato dominicano a finales de enero. El estadio Quisqueya Juan Marichal, inaugurado en 1955, es el más importante de todos los estadios de la isla del béisbol.