(EFE). Los Philadelphia Eagles se clasificaron este domingo para el Super Bowl tras proclamarse campeones de la Conferencia Nacional (NFC) con una victoria por 31-7 sobre unos San Francisco 49ers lastrados por las lesiones y la mala suerte.
Los Eagles, el mejor equipo de la temporada regular en la NFL (14-3), se medirán el próximo 12 de febrero en Glendale (Arizona) con el campeón de la Conferencia Americana (AFC), los Kansas City Chiefs, de Patrick Mahomes, que derrotó 23-20 a los Cincinnati Bengals, de Joe Burrow.
Tras las lesiones durante la fase regular de sus mariscales de campo Trey Lance y Jimmy Garoppolo, San Francisco volvió a sufrir este domingo con los problemas físicos de sus ‘quarterbacks’.
Así, el novato Brock Purdy recibió un duro golpe en el codo y su sustituto, Josh Johnson, tuvo que abandonar posteriormente el encuentro por una conmoción cerebral.
Los Eagles, liderados por el ‘quarterback’ Jalen Hurts, disputarán el Super Bowl por primera vez desde 2018, cuando se proclamaron campeones ante los New England Patriots de Tom Brady.
Hurts acabó el partido por el título de la NFC con 15 de 25 en pases para 121 yardas y firmó una anotación a la carrera (39 yardas de acarreo en total).
Filadelfia fió la mayor parte de su ofensiva contra San Francisco a la carrera ya que sus cuatro touchdowns esta tarde llegaron por esa vía.
Además de Hurts, Miles Sanders con dos anotaciones y Boston Scott con un touchdown llevaron los puntos al marcador de los locales en un estadio Lincoln Financial Field de Filadelfia a rebosar y con un ambiente fantástico.
En los 49ers, que pese a estar gafados por las lesiones este curso han competido a un gran nivel durante toda la temporada (13-4), Christian McCaffrey consiguió el único touchdown contra Filadelfia.
El partido empezó de cara para los Eagles.
En el primer drive del encuentro, que duró algo más de cinco minutos, Sanders entró como un cuchillo por el centro de la defensa de San Francisco y puso por delante a Filadelfia (7-0).
Purdy, el “Señor Irrelevante” del pasado draft (la denominación coloquial en la NFL para el último seleccionado de cada año), había protagonizado un viaje mágico con actuaciones magníficas tras las lesiones de Lance y Garoppolo y aspiraba a ser el primer ‘quarterback’ novato en proclamarse campeón de conferencia.
Pero en su primer drive ante los Eagles, Purdy recibió un golpe en el codo derecho por parte de Haason Reddick que le dejó tocado y le obligó a abandonar el encuentro.
Además, la jugada, tras la revisión de los árbitros, acabó siendo un balón recuperado para Filadelfia.
No fue inmediatamente un camino de rosas para los Eagles ya que McCaffrey consiguió empatar el duelo para San Francisco en el segundo cuarto con un touchdown de extraordinario coraje y en el que derribó a todo rival que se le puso por delante (7-7).
Sin embargo, el partido se rompió en los dos últimos minutos antes del descanso.
Sanders, con su segundo touchdown del día, puso el 14-7 para Filadelfia y Johnson, mariscal de campo en lugar de Purdy en San Francisco, cometió un ‘fumble’ decisivo con 1.15 en el reloj y en la yarda 30 de los 49ers.
Los Eagles no desperdiciaron semejante regalo y Scott colocó el 21-7 antes de irse al vestuario.
En la segunda parte no hubo espacio para una remontada heroica de San Francisco.
Además, las desgracias continuaron cuando Johnson tuvo que dejar el encuentro por el protocolo de conmoción cerebral, por lo que Purdy, con el codo entre algodones, regresó al partido pese a que no podía lanzar el balón.
Los 49ers, incapaces de usar el pase con un Purdy lesionado, cometieron además numerosas penalizaciones durante toda la tarde que hicieron imposible el milagro por lo que los Eagles cantaron victoria en la NFC y se sacaron el billete para el Super Bowl.