Luis Scola, único jugador activo de la Generación Dorada, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 analiza las opciones de Argentina de volver a lo más alto del podio 17 años después.
“El trabajo mata el talento cuando el talento no trabaja” es el mantra de Luis Scola.
Y él sabe de las dos cosas: de trabajar y de talento. Su primer gran recuerdo Olímpico es el Dream Team en Barcelona 1992, cuando aún no se podía ni imaginar que él sería protagonista de una imagen similar 12 años después, en el escenario de los Juegos Olímpicos, pero en Atenas 2004. Entonces Scola disputaba sus primeros Juegos Olímpicos y su debut no pudo ser mejor, tras alzarse con la medalla de oro -la primera de un equipo que no fuera Estados Unidos desde, precisamente, 1992-.
“Puedo decir que yo estaba ahí, que lo conseguí. Yo fui parte de eso, de ese grupo de jugadores que consiguió eso que hoy en día parece utópico”, recuerda Scola en una entrevista para Tokio 2020 antes de que Argentina debute en los Juegos de este verano el 26 de julio ante Eslovenia (13:40 en hora local de Japón y 1:40 am en Argentina).
Aquel equipo fue conocido como la Generación Dorada… y él forma parte todavía, después de convertirse en el primer jugador de baloncesto de Argentina en disputar cinco Juegos Olímpicos, de otro equipo que bien podría convertirse en la Generación Redorada.
Pero, ¿cree el legendario ala-pívot que esto es posible?
¿Ve opciones de repetir ese “utópico” oro?
Sí que las veo. De hecho en el último Mundial tuvimos la posibilidad de jugar la final. Es decir, siempre hay opciones de poder ganar. Evidentemente hay equipos que tienen más potencial que nosotros, pero nosotros sentimos que, si jugamos como lo hicimos en China, incluso un poquito mejor, que lo podemos hacer, tenemos posibilidades de ganarle a cualquiera. También tenemos muy claro que, si no jugamos a ese nivel, podemos perder todos los partidos que juguemos. Entonces ahí está nuestra energía puesta: en poder conseguir ese nivel de rendimiento que tuvimos en China y darle una vuelta de tuerca más.
¿Hay alguna similitud entre la Generación Dorada y el actual equipo de Argentina?
Veo muchas similitudes. En 1999 tuvimos una ola de renuncia masiva a la selección mayor entre todos los jugadores que eran los más importantes. Los que llevaban el equipo adelante dejaron de venir por diferentes motivos. Y había un clima de pesimismo en el cual parecía que iba a ser muy difícil a partir de ahora para Argentina poder competir a nivel internacional. Y sin embargo pasó lo que pasó: llegó un grupo de jugadores jóvenes que consiguieron lo que después fue la Generación Dorada. Cuando la Generación Dorada se fue, hubo el mismo vacío y hubo la misma sensación pesimista de que estaban por delante nuestro años muy duros. En cambio, llegó un grupo de chicos jóvenes que después lo consiguió. Desde ese punto de vista hay mucha similitud.
El grupo: España, Eslovenia y Japón
Precisamente el rival de la final de la Copa del Mundo de 2019 fue España… y ahora reeditarán este partido en la fase de grupos de Tokio 2020.
Es un grupo difícil, pero la verdad que lo son todos. Eslovenia está muy bien, España está muy bien y Japón juega como local y con un equipo que ilusiona mucho a toda la afición japonesa porque no habían tenido ese nivel de talento en el pasado. Así que va a ser duro, va a ser un grupo muy difícil. Pero tenemos bien claro que, si estamos bien, nos puede ir bien. Pero si estamos mal, sabemos que nos va a ir mal.
En España además jugó durante una década (Saski Baskonia, Gijón Baloncesto)… ¿Puede llegar a desligar todo esto en la pista?
Intento mucho separar esas cosas y con el correr de los años me sale mucho mejor. Antes no me salía tan bien. Por ejemplo cuando juego con Brasil, que tenemos mucho más rivalidad, intento de desconectar, desasociar eso y jugar simplemente un partido normal. Pienso que eso es lo que te da más chance de jugar bien y esa es la forma que los encaro. No le doy el valor extra a los partidos contra rivales específicos. Eso no quita para que, si a España le fue bien, me alegro por ellos, porque tengo amigos en el equipo y gente que me cae muy bien. Y también me pasa con Brasil y con algún otro país, con los que también tenemos algún que otro mini pique.
Los Juegos Olímpicos son el único momento en el que converge todo, y eso es una cosa increíble
¿Y contra Estados Unidos es fácil desasociar que tiene, sobre el papel, a los mejores jugadores del mundo?
Contra Estados Unidos, es una posibilidad de jugar contra los mejores y la disfruto. Al final todos queremos jugar contra los mejores. Es un partido duro porque son muy buenos y te hacen sufrir, pero lo disfruto.
¿Cómo definirías a Argentina?
Creo que es un muy buen equipo y que tiene una muy buena posibilidad por delante de poder consolidar eso y mandar ese mensaje al resto del mundo.
¿Y cuál es el mensaje que manda Luis Scola sobre lo que significan los Juegos Olímpicos?
Son únicos. Son únicos en el sentido de que es el evento deportivo más grande del mundo con diferencia y es el único momento en el que converge todo: todos los eventos, todos los deportes, todos los países… y se juntan un montón de realidades diferentes, en algunos casos muy diferentes, y se juntan culturas, países, todos en un mismo lugar para poder competir y para poder convivir con los mejores talentos de todos los deportes, de todas partes del mundo a la misma vez. Eso es una cosa increíble. No puedes juntar a todo ese talento junto en un mismo lugar en ningún otro evento. Es una experiencia inolvidable.
Cómo una generación única en Argentina, liderada por Manu Ginobili, venció al ‘Dream Team’ y ganó el oro del baloncesto en Atenas 2004.