ANKARA, Turquía. Naim Suleymanoglu, el levantador de pesas turco que ganó tres oros olímpicos y era conocido como el “Hércules de bolsillo”, murió el sábado. Tenía 50 años.
Suleymanoglu fue considerado uno de los mejores del mundo en su disciplina y se ganó el apodo por su fuerza y pequeño tamaño. Falleció en un hospital de Estambul donde recibía tratamiento por cirrosis. Se hallaba en terapia intensiva desde el 28 de septiembre y en octubre recibió un trasplante de hígado, de acuerdo con la agencia oficial de noticias turca Anadolu.
El pesista de 1.47 metros de estatura (cuatro pies y 10 pulgadas) ganó tres medallas de oro olímpicas consecutivas representando a Turquía entre 1988 y 1996. Nacido en Bulgaria, Suleymanoglu era capaz de levantar tres veces su peso.
Regresó del retiro en busca de una cuarta medalla dorada en los Juegos de Sídney en 2000, pero falló en sus tres intentos.
“Yo sólo conozco el oro”, dijo Suleymanoglu a su regreso a la competencia. “No sé nada de plata o bronce”.
Suleymanoglu también se coronó en siete mundiales de halterofilia y seis campeonatos europeos.
Proveniente de una familia de etnia turca en Bulgaria, desertó a Turquía en 1986 mientras entrenaba en Australia.
Considerado un héroe nacional en el país que lo acogió, Suleymanoglu se ganó los corazones de los turcos después de colgarse su primer oro en Seúl, Corea del Sur, en 1988. Cada vez que Suleymanoglu regresaba a casa de un torneo era recibido por miles de seguidores que lo alzaban en hombros.
Suleymanoglu se perdió los juegos de Los Ángeles 1984 debido al boicot encabezado por la entonces Unión Soviética. Con apenas 17 años, era el favorito para dominar la competencia en peso gallo.
Criticó abiertamente el trato que el gobierno búlgaro daba a la minoría turca en su país natal, y las autoridades lo obligaron a cambiar su apellido por otro que pareciera más eslavo: Shalamanov.
Cuando el equipo de halterofilia de Bulgaria acudió a un campamento de entrenamiento en Melbourne, Australia, en 1986, el atleta se separó del grupo argumentando que iba al baño en un hotel.
Suleymanoglu se ocultó en Australia por varios días antes de acudir al consulado turco para solicitar asilo. Con el tiempo, las autoridades búlgaras le permitieron cambiar de nacionalidad y besó la pista del aeropuerto a su llegada a Turquía. En 1986 cambió su apellido por uno que se escuchara más turco: Suleymanoglu.